'Infierno bajo el agua' - Caimanes de autor
See you later alligator, in a while crocodile
Don't you know you're in my way now
Don't you know you cramp my style
Alexandre Aja es un director virtuoso. No hay duda alguna sobre esto. No levanta pasiones, pero es muy eficaz. A pesar de que tiene películas mediocres como 'Reflejos' o 'Alta tensión', el director francés siempre nos ha deleitado con el estilo, la crudeza, el humor y el gore que le caracteriza. Su versión de 'Las colinas tienen ojos' ha acabado siendo más icónica que la de Wes Craven, la gamberra 'Piraña 3D' es un placer culpable con el que resulta imposible no pasárselo genial y su colaboración con Daniel Radcliffe en 'Cuernos' nos dejó una de las mejores actuaciones del británico y una película romántica diferente e interesante. Pero después de esta película, perdió el rumbo. 'Cuernos' no encajaba mucho con él y la taquilla no le sonrió con su penúltima película. 'La resurrección de Louis Drax' no suscitó el interés de casi nadie a pesar de contar con el reparto más ambicioso de toda su filmografía: Jamie Dornan post 'Cincuenta sombras de Grey' y Aaron Paul post 'Breaking Bad'. 'Infierno bajo el agua' es su vuelta a la dirección tras 3 años en blanco y la situación no podía pintar mejor. Con una 'major' como Paramount Pictures, Sam Raimi produciendo el film y una trama disparatada. Gran tormenta en Florida, inundaciones, huracán en camino y una jauría de caimanes ansiosos por devorar a los humanos que se encuentren por delante. ¿El resultado? La mejor película de Alexandre Aja. La película estrella del verano.
A un servidor le ha resultado imposible no sucumbir ante esta película. Estamos ante una rara avis en los tiempos que corren en la industria del cine. El diseño de producción tiene un objetivo claro, nada más y nada menos que hacerte creer que la delicada situación medioambiental es real. O acercarse a la realidad lo máximo posible. Para ello minimizan el uso de CGI, enfocándolo más hacia los caimanes (muy logrados e intimidatorios, sorprendentemente) que al entorno, contando con localizaciones, destrucción y escenas acuáticas reales. La sensación es impresionante. Recuerda a aquella época anterior a la digitalización del cine en la que todo era palpable, haciendo que las situaciones fuesen más creíbles. Podían salir mejores o peores películas, pero era mucho más natural. Hay que dar las gracias a Sam Raimi por esta decisión y es que, aunque no tengo pruebas, tampoco tengo dudas del gran peso que ha tenido en ello (su filmografía le avala). Es el mayor encanto de la película y lo que la hace totalmente merecedora de ser vista en la pantalla más grande posible. Es lo que la diferencia de otras grandes producciones. Lo que la hace destacar.
'Infierno bajo el agua' es un thriller de supervivencia con una joven y su padre como protagonistas (Kaya Scodelario y Barry Pepper respectivamente, ambos geniales), y es todo lo crudo y sangriento que debe ser. La decepción que supuso una película tan potente a nivel de espectáculo como lo fue 'Megalodón' el año pasado no nos la quita nadie, pero si aquella lo hacia todo mal (¿un tiburón prehistórico de dimensiones titánicas en una película para todos los públicos?), la que nos ocupa da en la diana. En aproximadamente cinco minutos define a sus protagonistas y a partir de ahí ya es pura tensión. Aja y los guionistas del film se encargan de darnos la información justa para entender la relación entre los protagonistas y sus características. En el nudo de la película ya desarrollan ambos personajes y enriquecen su relación, haciendo que nos acabe importando su destino (algo poco común en este tipo de cintas). Aja siempre fue bueno narrando conflictos humanos y hasta aquí, donde no tiene demasiado tiempo para ello entre tanto suspense, es capaz de tener momentos más íntimos entre padre e hija y reforzar el elemento humano hasta llegar al punto en el que no estás deseando que los humanos se callen, sino que hacen que te impliques en su historia.
La intención de la película es hacernos vivir ese infierno por el que pasan los protagonistas, y lo consigue holgadamente, dejando a su paso situaciones tensas, intensas e incomodas. Algunas, como la que ocurre dentro de un supermercado, hasta se permiten añadir un toque de humor socarrón. No desentona la comedia en esta mezcla ya que, por delante del terror y el suspense, Aja hacer predominar al espectáculo. Que nos lo pasemos bien, sufriendo. Para ello, plantea ciertas casuísticas para crear escenas con una tensión punzante que os van a hacer quedaros clavados en la butaca. Momentos magnificados por una bella fotografía sucia y gris por parte de Maxime Alexandre, colaborador habitual del director, y un trabajo en la edición de sonido excelente. El ritmo que proporciona a la película el director francés apenas nos deja un momento de respiro, la sensación de inseguridad está flotando en el aire en todo momento y la narrativa fluye de una manera tan natural que no vais a ser capaces de despegar los ojos de la pantalla. Los mayores problemas que se le pueden achacar es que, en alguna ocasión, es incoherente en el comportamiento de sus personajes y está concebida para ser una película de bichos asesinos y catástrofes medioambientales, lo que la limita. Pero la realidad es que, dentro de este subgénero, hacia muchos años que no se veía una película tan completa y bien realizada.
'Infierno bajo el agua' no solo es la sorpresa del verano, también está destinada a ser la más disfrutable. Una película comedida en su presupuesto, pero entusiasta en su realización. Hecha con más corazón y ganas que la gran mayoría de este tipo de películas, dejándonos 90 minutos de pura diversión a lo bestia, sin miramientos ni complejos. No os la podéis perder.
Nota: 7,0
Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan
No me parece para nada exajerado. Aja ha ejecutado una de sus mejores obras en años. Tensión de mucha calidad. Muy disfrutable.
Salvando las distancias, es el 'Un lugar tranquilo' de 2019.
Yo la he considerado, pero siendo sinceros creo que no me llega para estar entre las diez. Tendría que volver a verla para estar seguro, pero temo que si lo hago no se revalorizará como sucedió con 'Un lugar tranquilo'.