'Hightown' (T2) - Gihhtoen Vol. 2
En su momento decía que la primera temporada de 'Hightown' no suponía una gran diferencia respecto a otras (buenas) series de su misma condición. Que era una producción intachable que a lo largo de sus cuatro ochos episodios cumplía con buena nota... pero sin dar la nota. Decía que la primera temporada de 'Hightown' no suponía una gran diferencia respecto a otras (buenas) series de su condición, como puedo decir ahora lo mismo de su segunda temporada. Que es una producción intachable que a lo largo de sus ocho nuevos episodios cumple con buena nota... pero de nuevo, sin dar la nota.
Una sensación que no está empañada ni por las expectativas ni por su apariencia, menos aún por una ambición a la que ya le tenemos tomada la medida tras su primera temporada. 'Hightown', de nuevo, ofrece lo esperado bajo la apariencia de ser justo lo esperado. Lo esperado, lo esperable; más o menos lo habitual, sin por ello el menosprecio relativo que supone ofrecer más o menos lo habitual, y no mucho más que lo esperado y esperable. Que las producciones de Jerry Bruckheimer nunca se han caracterizado por romper moldes, sino por haber sabido explotarlos (a menudo literalmente).
'Hightown' progresa adecuadamente a lo largo y ancho de una segunda temporada que como tiene que ser se asienta sobre la primera, haciéndose algo más fuerte a través de sus personajes, y no tanto de una investigación más bien genérica. Más sólida, y aún más convencida de cuales son sus puntos fuertes, en los cuales por descontado se reafirma. De manera orgánica y natural. O cuando llueve sobre mojado: 'Hightown' no supedita tanto sus acciones a la resolución de un misterio que para el espectador no existe como tal, como a la necesidad de encajar a sus protagonistas en un mundo en expansión.
'Hightown', decía, y vuelvo a decir, no supone una gran diferencia respecto a otras (buenas) series de su misma condición, tampoco lo pretende o lo intenta, en un discurrir más consecuente y continuista que sorpresivo o impactante que a la segunda se hace fuerte, o aún más fuerte en su escasa y relativa falta de ambición y la presencia de James Badge Dale. O más bien, en su humildad como una serie de televisión que se aplica a la hora de hacer su trabajo de tal manera que además de no estar "sólo" haciendo su trabajo, disfruta cobrando de nuevo, otra vez, por un trabajo lo que se dice bien hecho.
De que después de todo, a uno le apetezca a quedarse a vivir un rato largo en el icónico Cabo Cod al son de The Textones, incluso fuera de temporada. No necesariamente por lo que cuenta o cómo lo cuenta, ni tampoco porque sus personajes o sus acciones despierten pasiones. Sino de la misma manera que apetece quedar con alguien para tomar una cerveza y distraerse un rato sin miedo a la resaca. Puede que no suponga nada especial que vaya a sobrevivir en el recuerdo a ese dulce momento pasajero. Pero durante ese momento lo disfrutarás como si lo fuese hacer porque tal vez, lo haga.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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