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'Girlhood' - Erase una vez...

Vía El Séptimo Arte por 28 de abril de 2015
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... que, después de lo mucho que habíamos disfrutado con 'Gett: El proceso de Viviane Amsalem', el día tenía que ir a acabar con 'Girlhood', que no es la versión femenina de la nana para acunar incautos que es 'Boyhood'. No, hablamos del título internacional (y a la postre también español) de 'Bande de filles', drama social francés de Céline Sciamma ('Tomboy') ambientado en la periferia de París que, de tan refinado, de tan pulcro, cuesta encontrarle algún detalle mínimamente genuino que alcance el paradigma de lo dramático.

Indiferencia, vaya, aunque no todo está perdido y cuenta con una de esas escenas que, por A o por B, incluso por C o por D, nos cala hasta en el hueso ese que a veces nos duele tanto tras 90 minutos de arrumacos con la butaca: En un momento dado sin venir demasiado a cuento sus protagonistas se cantan el "Diamonds (In the Sky)" de Rihanna en plan 'Spring Breakers'. Y aquí que seguimos, camino de la cama o de cualquier parte, con la dichosa cancioncita rondando por la cabeza. Quien no se conforma, es porque nunca canta en la ducha...


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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Comentarios

  • Avatar de Beyond
    Beyond 01 de Mayo de 2015, 11:03:26 PM
    Tiene detalles interesantes, algunas escenas llamativas y unas interpretaciones decentes. Sin embargo, tengo que decir que la parte final me aburrió soberanamente, me gustaron mucho más los tres primeros cuartos de película, bastante más dinámicos. Sea como fuere, es la típica película en la que terminas con la sensación de que podría haber dado más de sí, que no está del todo aprovechada. Pero vamos, mala no es, así que el aprobado holgado se lo merece.

    Mi nota es 6/10.
  • Avatar de lourdes lulu lou
    lourdes lulu lou 01 de Octubre de 2015, 04:59:42 PM
    Guía experimental, sin antecedente previo excepto la propia vivencia construida a base de golpes, riesgo y enorme voluntad.
    "¡No quiero esa vida!", ¿y qué vida quieres?, ¿dónde quedaron tus sueños?, ¿mantienes intactas tus ilusiones y esperanzas?, pues hasta tu fortaleza y vigor empiezan a flaquear, sólo se mantiene constante la soledad y esa necesidad imperiosa de cariño, de marcar tu camino y llegar a destino sin tener idea de cuál será o cómo llegar; aunque, claro queda lo que no será, lo que no te vale ni deseas por duro y doloroso que sea dejarlo y rechazarlo, potente, enérgica sabe defender pues la respalda un argumento sólido, eficaz y productivo en su desarrollo, evolución desde la inocencia de lo correcto, de la buena fe de ser y portarse bien a la aparición de carácter y formación de la personalidad donde valen más los errores infructuosos propios que toda la servidumbre, maltrato y humillación de esos otros llamados familia, que poco o nada de cobijo dan.
    Sustituir lavar platos por llevar navaja, dejar de lado preocuparse por las hermanas por preferir ganar la batalla, ese enfrentamiento físico de la juzgadora calle que establece rangos y posiciones, sólo que la victoria de hoy dura únicamente 24 horas, pues a la mañana siguiente, puede que seas derrotada y avergonzada por la nueva candidata a liderar el grupo y poseer la corona, sin descanso, sin pena, desbarajuste de andadura que voltea de lado a lado concluyendo que sola estás y que continúas con esa necesidad imperiosa de cariño y amistad, de un abrazo y sentido amor que no comprometa, que no demande, que no juzgue, que no hiera.
    "Quiero ser normal, quiero ser como los demás", sólo que no lo eres, tarde es ya para eso, una lección arduo difícil de aceptar, ser adulto cuando eres una joven sin adolescencia cuya aceleración de crecimiento no es voluntaria sino forzosa, decidir sin vuelta atrás con el único apoyo de esos breves y efímeros momentos de dicha y felicidad, de risa y hermosura perfecta que se desvanecen tan rápido que la resistencia y rigidez deben volver a emerger, las lágrimas se lloran en casa, sea dónde sea que dicho cuarto, que no hogar, establezca su lugar.
    Consistente guión que muestra la vilolencia y el abuso a diferentes niveles y en variadas formas, todas con el mismo propósito de dominación y sometimiento, esclavitud social de la que escapar cómo sea o subsistir si ya se ha caído en ella, alegría rodeada de penumbra, ritmo contagioso donde refugiarse de la opresión, esta banda de chicas, pandilleras de amistad y lealtad en el complicado camino hacia la feminidad elegida, que no impuesta, cierra la trilogía "Los lirios del agua" y "Tomboy", las tres con ese toque veraz y auténtico de espíritu risueño y soñador que por dentro llora, duda y es confusión completa de quién ser y a dónde dirigirse.
    "You're beautiful like a diamonds in the sky", canta una enérgica y vibrante Beyonce para un diamante sin pulir, lleno de aristas e imperfecciones, desconcierto que le lleva a ir de mano en mano en busca de valoración y amparo, lealtad y hermandad en los momentos de frescura que se comparten con otros sombríos de desprecio, ausencia y represión, sumisión y obediencia u orgullo de enfrentarse y buscar tu trayecto, naturalidad, jovialidad, dolor y amargura para la severidad de madurar sin afecto ni ternura ni protección, a velocidad apresurada.
    Céline Sciamma ofrece un retrato de la juventud a ras de suelo, de castigado barrio, esencia que emprende ruta con severidad, rigor y fuerza para descolocar todas las fichas y perderse por el mar de la duda que la propia protagonista sufre y padece, pues complejo es caminar con nostalgia, indecisión y en desamparo ya que, si algo no logra sacudir de su herida alma, de su dañado corazón es la soledad e imperiosa necesidad de cariño, que emerge una y otra vez, en diferentes momentos y niveles de intensidad, pero con la misma agónica demanda y presto solicitud.
    Marginalidad, abandono, desestructuración familiar, tormentos, injurias, malos y buenos ratos..., "..., no es lo mismo ser que estar, no es lo mismo estar que quedarse ¡qué va!, tampoco quedarse es igual que parar, ¡no es lo mismo!..., conformarse o pelear no es lo mismo, ¡es distinto!...,léeme los labios ¡yo no estoy en venta!", sólo que, salvo esa bendición de paraíso de la banda de chicas, espléndido girlhood, y la única norma de que hagas lo qué hagas, vayas dónde vayas nunca te detengas, sigues en soledad y con esa necesidad imperiosa de cariño ¡que sí es lo mismo!

    Nota: 6,1