Es un gran año para la mafia. No porque Italia vuelva a tiempos camorristas o porque América sea otra vez la América regentada por los "dueños del cortijo", sino porque el cine ha vuelto a confiar en las historias de mafiosos para dar motivos sólidos de ir a ver una película a la sala de un cine. Primero ha sido Martin Scorsese con la portentosa y magistral 'El irlandés', y luego ha sido Marco Bellochio con la enérgica y más que notable 'Il Traditore', aka 'El traidor' en España.

Bellocchio es un habitual de las reseñas existenciales sobre el comportamiento humano y la revisión de las consecuencias que tienen los actos en la vida de las personas. Ya lo demostró en 'Sangue del Mio Sangue' en el 2015, y con 'Il Traditore' vuelve a confirmar que es un cineasta privilegiado para señalar a través de sus personajes las debilidades del accionar de los seres humanos y cómo estas impactan en el futuro de los mismos.

En 'Il Traditore', Bellocchio disfruta retratando a la mafia y la Italia criminale de finales del siglo pasado. La película es una exposición de las relaciones entre las familias de la "Cosa Nostra" mostrada (con astucia) más humanista que violenta y más comedida que dinámica en la que brilla Pierfrancesco Favino. Su Tomasso Buscetta tiene elementos claramente de 'El padrino' de Coppola y de la 'Goodfellas' de Scorsese. Un hombre superado por la pérdida de valores de la mafia, ya que él fue cincelado desde el honor del que respeta las tradiciones del pasado.

Favino, que está nominado a los EFA y que ganó el premio al Mejor Actor en el Festival de Sevilla por este papel, brinda una actuación punteada desde la contención que camina en paralelo a un guión con capacidades para fortalecer sus motivaciones. Bellocchio no se esmera en la dirección porque es conocedor de que el relato absorbe toda la importancia y atención sobre la película, y aunque haya desajustes narrativos más al principio que al comienzo, la historia agradece ese tono documentalista que retiene la esencia del hecho de que se trata de una historia real y existente.

Mucho se ha hablado de que las películas largas son un hándicap más que una oportunidad a la hora de hacer cine. 'Il Traditore' es el ejemplo de que las pelis largas no siempre son pesadas, de que una historia bien contada no acusa problemas de duración. La película puede pecar de mareante en algunos tramos, o de incompleta en cuanto a desarrollo, pero es de lo más sólido que la cartelera va a ofrecer en esta recta final del 2019. La mafia disfruta de una segunda juventud cinematográfica, sin duda.

Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_