'Dune' - El cine, cuando es cine
En los últimos tiempos se habla mucho de lo que es o no es cine. No es un debate que me atraiga especialmente, tampoco una cuestión que me haga dudar sobre qué es para mi el cine... el cine que de verdad merece la pena; en especial, cuando no le puedes dedicar todo el tiempo del mundo. Ese que propone algo mínimamente distinto. Ese que corre algún riesgo, que tiene algo de ambición y algo más de orgullo. Ese que intenta hacernos vibrar aunque en algunos casos, no lo consiga. No es lo mismo intentarlo y fracasar que fracasar sin siquiera haberlo intentado.
Tengo claro que si las salas de cine existen es o bien por culpa de, o bien gracias a películas como esta 'Dune'. Películas como esta 'Dune' son las que definen lo que conocemos como "experiencia cinematográfica" en su máxima expresión, como ya hacían desde hace más de 50 años películas como el 'Lawrence de Arabia' de David Lean al que tanto remite la propia 'Dune'. No es, o desde luego no pretende ser lo que las plataformas a menudo consideran con cierto desprecio "contenido". Y por descontado, como espectador uno tiene que estar dispuesto a poner de su parte.
Sin duda 'Blade Runner 2049' es un buen antecedente para calibrar unas expectativas que a los hechos me remito, pasan por una inmersión sumamente educada. Nada como estar en una sala de cine y perder la noción de estar en una sala de cine. Dejarse llevar, completamente. Sentir que no hay nada más, o que no hay nada que importe más en ese momento. Vivir una experiencia, dar forma a un bonito recuerdo. Así me sentí yo durante los primeros 60 ó 90 minutos de este primer capítulo. La puesta en escena, la historia, la música, los intérpretes, los efectos especiales...
... en resumen, la suma de todo el conjunto. Ese momento en el que babeando, piensas que Denis Villeneuve es dios. Hasta ahí, como algo susceptible de ser considerado cine por Martin Scorsese, este 'Dune' muestra una enorme fortaleza y solidez. Luego... ya no tanto. Como sabrá todo aquel que se ha leído la obra original (o ha visto la película de David Lynch), su argumento obliga a un cambio de dinámica y de jugadores. Su historia, sin dejar de ser interesante, ya no resulta igual de interesante ni aún animándola con unos espectaculares gusanos de arena.
De pronto esta 'Dune' ya no parece un conjunto tan redondo, ni Villeneuve parece dios aunque siga siendo un estupendo cineasta. Su fortaleza se resquebraja por la sensación, cada vez más palpable, de que no va hacia ningún final propiamente dicho, siendo que el propio relato, como si fuera una serie de televisión, se acomoda en su condición de intermediario entre un origen y un destino. Una transición que para bien y mal, nos deja a medias y sobre todo con ganas de más; de la solidez de su primer tramo, así como de lo que -por fi, por fi- está por continuar.
No es ni mucho menos redonda. Va de más a menos, con una segunda mitad algo desaliñada respecto a la primera. Y además está incompleta. Pero disfrutar (o al menos intentarlo) de una película como 'Dune' en una sala de cine es un auténtico placer, más ahora que el coronavirus o el streaming han puesto a prueba la fe de los más débiles. Puede que a Villeneuve la apuesta no le salga tan bien como en 'La llegada'. Pero eso es porque aunque acierte en gran medida, es humano y también puede fallar. El riesgo, la ambición, el orgullo... el cine, cuando es cine, es lo que tiene.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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Qué pantallón. Es otro nivel efectivamente, allí vi, entre otras, La Tormenta Perfecta, te puedes imaginar, salí empapado , y ya el IMAX, como bien apuntabas, le da todavía otra vuelta más al asunto.
Una oferta irresistible que había que escoger con cuidado porque no era barata precisamente y si además le añadías lógicamente lo que pedía la experiencia a continuación o antes en forma de visita al Tony, VIPS, Foster's, etc...la cosa se podía disparar.
Para ser sábado no me salió caro. Pero claro, con un niño pequeño cambia la cosa a poco que le consientas.
Ya lo siento Wancho. No sé si estuve alguna vez pero nunca fui consciente de su brutal aforo de saberlo seguro hubiese ido más a menudo. En cualquier caso fue una gran despedida. Qué lástima.
Tengo que reconocer que una vez vista entera no es mala película. Gana sobre todo con su último tramo y al menos te deja con ganas de ver una más.
Un 6.