Una madre se debate entre proteger a su amado hijo y su propio sentido del bien y del mal. Este es el sustento primordial de 'Criaturas de Dios', apreciable drama psicológico que no termina de golpearnos emocionalmente con un dilema que daba para algo más... consistente y contundente. Aun a pesar de la complicidad de A24, Emily Watson o Paul Mescal.

Un buen ejemplo de película "ni contigo ni sin ti", quizá debido a su forzada inclinación por la tragedia. De un punto en adelante, el rumbo de la historia parece estar tan definido que uno acaba sintiendo la mano de sus responsables detrás; esto es, de un punto en adelante, deja de fluir con esa genuina naturalidad encargada de aportar resonancia dramática.

Algunas elipsis no ayudan, siendo un recurso que fragmenta una narrativa que a menudo, de esta manera, se entrecorta sin llegar a hacer bola. 'Criaturas de Dios' está bien rodada e interpretada, si bien se siente no del todo hecha y a la que, además, parece sobrarle intención y faltarle instinto. No ya para explicarse mejor, sino para llegar hasta el espectador.

Así, nos queda un interesante y respetable drama psicológico inmersivo que, a pesar de su prometedor comienzo al final, sin embargo, ni aprieta ni ahoga siendo que como espectadores nos deja escapar con vida sin apenas causarnos algún rasguño (emocional). Esa es la auténtica tragedia: la que parece surgir de manera espontanea de las circunstancias.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex