'Todos están bien' - No del todo...
Hace tiempo que un reparto encabezado por la figura de Robert De Niro no significa que detrás se esconda una buena película. Y es una lástima, porque si bien no se le ha olvidado lo que significa actuar, cosa que sigue haciendo y en ocasiones como la que nos ocupa hasta bastante bien, su habilidad para escoger o participar en producciones a retener en la memoria es cada vez más escasa. Así, a cada día que pasa Robert De Niro parece más cerca de convertirse irremediablemente en la caricatura de Robert De Niro... si no es que ya lo es.
Su último trabajo es un remake algo insulso de la cinta de Giuseppe Tornatore 'Stanno Tutti Bene', cinta con firma "made in Hollywood" y que ofrece una versión domesticada de un género, en esta ocasión el drama con algún atisbo de comedia, que tiende la mano sin arrojar la piedra y construída con mimo para no molestar a nadie; en resumen, una versión light para todos los públicos con las dosis justas de consistencia dramática prefabricada.
Y es que como toda buena producción que se precie de estar apoyada por cualquir 'major' la cinta por lo menos si resulta tan entretenida como correcta, mantiene cierta consistencia y se deja ver sin problemas, pero aparte de lo dicho su ligereza no le ofrece poder ser algo más que un sucedáneo de película, de ahí que a pesar de sus esfuerzos emane del conjunto una cierta intranscendencia que deviene en un relato que ni fú ni fá, y al que le falta algo más de garra para poder destacar entre las opciones que brinde la cartelera del momento.
A priori su fuerte debiera ser su reparto, pero este tampoco aporta nada relevante y/o especial. Dada la naturaleza episódica de su trama (un viudo y jubilado que se pasa la película de un lado a otro visitando a sus hijos) las contribuciones de Barrymore, Beckinsale y Rockwell se limitan a lo imprescindible para justificar su sueldo y poder decir que han trabajado con De Niro, ya sea porque el propio e irregular relato no da para más o porque tampoco hay ganas de lo contrario. Al margen De Niro predomina en casi todos los fotogramas de la cinta, protagonista absoluto, y cumple con creces, pues sí, pero resulta difícil notabilizar una interpretación que no parece suponer ningun reto para alguien que lleva 35 o más años de profesión.
Resumiendo, una producción inofensiva e indolora. En su tramo final es donde los réditos al gran sistema de estudios que financian el proyecto se hacen más que evidentes con una resolución azucaradamente tramposa y, consecuentemente, un tanto irritante. Quizá por eso la sensación final deja en pobre a una propuesta que siendo justos mantiene el tipo, y que viendo el panorama, al menos cabría calificar con un bien aunque sea "raspao". En fin, que nadie será recordado por esta película.
Nota: 6.3
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Comentarios