Uno de los principales males que afecta a la comedia moderna es que el género como tal apenas sí existe por culpa del empeño por añadirle a cualquier comedia la coletilla "romántica", lo que esencialmente supone sacrificar el posible buen talante humorístico por los tonos pastel, y hasta el punto que incluso las mejores/simpáticas/logradas comedias románticas no se libran de unos minutos finales que suelen mandar a la mierda muchos de sus méritos previos. Otros de los males es que muchas entretienen, pero son pocas las que sobreviven en el recuerdo pasadas unas horas. Quizá por eso cuando aparece un 'Resacón en Las Vegas' o un 'Supersalidos' el público se vuelve loco al descubrir lo que es una comedia como tal, pura, con el fundamento básico de hacer reír sin más, no de hacer caja mediante modelos prefabricados y rancios, o en su defecto la servidumbre al humorista de turno, y que no buscan sino aprovecharse de la suma de los términos "pareja" y "tiempo libre".

¿De qué palo es 'Tensión sexual no resuelta'? Pues aunque técnicamente tal vez debiéramos considerarla como una comedia romántica, no obstante su fundamento es la comedia pura y dura, hacer pasar un buen rato al espectador donde el amor es tan sólo el catalizador de todo esto. ¿Y a quién no le gusta pasar un buen rato? Como un poco de humor nunca viene mal en su tercer intento va la vencida, y Miguel Angél Lamata por fin acierta dando en el clavo con una comedia simpática, divertida y, por si fuera poco, que hasta como película podríamos considerarla próxima al bien aun sin pasarnos. Y todo ello con una dosis muy escueta de pasteleo o erotismo 'made in movispain', algo que también se agradece.Tengo que admitir que soy de los primeros que cada vez que me enfrento a una película española "zapateo" el ceño con absoluta y malsana alevosía desconfiante y dejo el cuchillo a mano para poder desollarla con una mueca de recogijo cruel en mi boca al más mínimo traspiés. Por eso cuando, y más a menudo de lo que parece, una "españolada" te hace un zas! en toda la boca recordándonos que muchas veces pasarnos de listo está penado con una bajada de pantalones a uno le gustaría no ser tan bocazas. Esta "tensión" es un film sólido que funciona, una comedia que provoca la risa con convicción en multitud de ocasiones, así que por lo menos esta bajada de pantalones se hace con suavidad y buen humor.

No es que 'TSNR' sea lo mejor de lo mejor, algo que por otro lado tampoco pretende, pero si es efectiva en su apuesta clara por un sano, bienintencionado y alocado sentido del humor, permitiendose además aunque sea de manera light el lujo de presentar una serie de reflexiones "de alcoba" que la hacen no ser otra estúpida comedia hueca maníquea sin más. Lamata logra encontrar el equilibrio entre la realidad y la parodia, la mesura en el chiste sin abusar de la naturaleza del mismo o de su situación cómica, pero sobre todo, consigue extraer de esta historia de embrollos varios en nombre del amor la necesaria complicidad con el espectador para generar esa empatía que permite darle un recorrido a los chistes que propone, y todo ello con un ritmo muy ajustado para no apabullar al personal. En resumen, Lamata por fin logra aunar sus intenciones con los resultados, y ofrecer una producción lograda y efectiva.

Mención especial su homogéneo reparto, cuyos esfuerzos obtienen su justa recompensa al lograr que rápidamente nos olvidemos de sus respectivos "lastres" televisivos para dejarnos llevar por la corrección de sus acertadas interpretaciones, y dejando de lado posibles objeciones caricaturescas previas a excepción de Pilar Rubio o Santiago Segura, tal vez los que menos se dejan lucir aunque su brevedad en pantalla no trascienda en una molestia relevante.

En alguna parte he léido que 'TSNR' prometía ser una especie de 'Mentiras y Gordas'. Nada más lejos de la realidad, ni se parece en el blanco de los ojos, y sirva de ejemplo que al contrario que otras muchas producciones del estilo 'TSNR' no es una excusa para enseñar chicha en pantalla. 'TSNR' es un pedazo de celuloide ideal para pasar una mañana, una tarde o una noche con una sonrisa en la boca rota de vez en cuando por alguna que otra carcajada, y contra todo pronóstico, además lo es siendo una película más que decente.

Nota: 6.6

por Juan Pairet Iglesias