'Star Wars: El despertar de la fuerza': Imagino (y soy de mucho imaginar)
Cuando un niño ve cumplido su sueño... tras perseguirlo toda su vida.
Imagino (y soy de mucho imaginar) al ahora adulto J. J. Abrams siendo un niño de 11 años, viendo a Luke destruir una Estrella de la Muerte y soñar con ser él algún día. Años más tarde y con una mayor capacidad de raciocinio, soñar con no ya ser Luke, sino hacer películas como esa, es la que manejar los designios de Luke, Leia, Han y los demás.
Imagino a J.J. estudiando las películas y a su autor, descubriendo que George Lucas es íntimo de Spielberg y trazando un plan, uno descabellado, ese que le permita algún día dirigir los designios de esa pandilla que tantas veces le habían hecho soñar con mundos extraños en una galaxia muy muy lejana.
Me resulta curioso echar la mirada atrás y observar con detenimiento le bagaje de J. J hasta llegar a hoy. Consigue meter la cabeza en el mundo de la ciencia ficción colaborando en el guión de Armageddon, lo cual le permite llegar a su siguiente salto con la serie Alias, su reputación empieza a crecer como guionista y da su golpe maestro encima de la mesa con Lost. Ahora el mundo ya sabía a ciencia cierta que era capaz de escribir buenas y enrevesadas historias.
Una vez alcanzada la primera parte del plan, vamos a por la segunda. Consigue dirigir acción como todo un profesional y manejar a una estrella como Tom Cruise en Mi:3, primer pasito logrado, ha demostrado maneras y se está ganado un sitio. Año 2009, directamente y sin pudor proclama a los cuatro vientos su amor por Star Wars y su total desconocimiento de la otra saga galáctica por excelencia, Star Trek, y lo hace una vez ha sido elegido para dirigir el reinicio de esta franquicia, consiguiendo demostrar de nuevo que la ciencia ficción espacial se le da de maravilla y dejando el germen en muchas mentes de que si en algo que nunca le ha llamado la atención consigue estos resultados que no podría hacer con la franquicia de sus amores. Su plan va dando los resultados esperados ahora queda la parte más difícil, ganarse a Lucas y Spielberg, los únicos que le pueden aupar a lo más alto.
Año 2011, el homenaje de Super 8 al estilo de las películas favoritas de Spielberg cala y deja huella en el hasta el momento personaje más influyente de la industria del cine. El plan estaba finalizado, ya solo cabía mantener el tipo con Star Trek 2 para dejar claro quién es el mejor candidato posible para dirigir la nueva película que reinicie la saga de sus desvelos de niñez, Star Wars es el premio final y él está a punto de conseguirlo.
El resultado del plan es lo mejor de todo, la creación de El Despertar de la Fuerza, una película hecha por un fan para los fans, y de la cual solo nos queda recomendarles una cosa: Disfrutenla en pantalla grande y vuelvan a ser niños, merecerá la pena.
Por David José Soto Rodríguez
Existe un cierto abuso de las gracieta y guiños a la primera peli que en fin para un contenido extra genial pero para la trama no lo veo.
en fin sobre gustos....
MI CALIFICACIÓN: 5
No había duda de que expectación había, pero ya en esa película (aunque bastante buena pensé cuando la vi) se tomaron decisiones muy discutibles, y las dos siguientes fueron lo que fueron. Al final queda la sensación de que si no las hubieran hecho no habría pasado nada.