La controvertida revista Millennium sigue en plena forma. El equipo comandado por el incansable Mikael Blomkvist está a punto de desenmascarar un nuevo escándalo, y es que al parecer, un turbio negocio en el que se comercia con mujeres del este europeo, salpicará a distinguidos miembros de la sociedad de Suecia. Todo empieza a complicarse cuando los dos colaboradores que debían redactar el polémico artículo son brutalmente asesinados... y las huellas de la desaparecida Lisbeth Salander aparecen en el arma homicida. Parece que el destino desea que el periodista y la hacker más buscada del país se crucen de nuevo.
Definitivamente el talento artístico no entiende de genética. El director de ‘Millennium II: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina’ es Daniel Alfredson, hermano de Thomas Alfredson, aquel gran desconocido que el año pasado sorprendió a medio mundo con la prodigiosa ‘Déjame entrar’, peculiar historia de amor vampírico que hacía de la elegancia visual y de la sutileza argumental sus mayores virtudes. Todo lo contrario ocurre con la segunda entrega de la adaptación cinematográfica de la aclamada saga del malogrado Stieg Larsson. También es cierto que sería injusto comparar directamente dos cintas que por su planteamiento y por su temática nada tienen que ver la una con la otra. Aún así, sorprende la diferencia cualitativa abismal que separa a ambos hermanos.Pero quizás lo más sorprendente es que aunque ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’ ya dejó bastante satisfechos a los seguidores de los libros, el realizador sueco no sigue el manual del antecesor Niels Arden Oplev. Peor aún, sólo lo hace en sus peores aspectos. Recuerdo que si algo había que reprocharle al Millennium I cinematográfico era que (quizás por el temor de que las siempre amenazantes zarpas americanas se apoderaran del proyecto) se notaba en el acabado cierta sensación de desidia; de que se habían hecho las cosas quizás demasiado rápido. No ha pasado ni un año desde entonces y llega ya a nuestras salas la segunda parte de la serie... demasiado precipitado.
Como uno de los pocos no-lectores en este país de la obra de Larsson, ya me perdonarán si me equivoco, pero creo que el material literario tampoco ayuda demasiado al dubitativo Alfredson. En ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, la atmósfera opresiva de aquella isla habitada por una apoderada familia escandinava, cuyos miembros habían cultivado a lo largo de los años horribles recelos entre ellos, jugaba a favor de un relato intenso y que de paso destapaba alguna que otra lacra de una sociedad misógina y marcada por sus propios fantasmas. En esta ocasión sigue la crítica social, sobre todo en lo que al trato vejatorio a las mujeres se refiere, pero todo parece más diluido; más confuso. No sólo esto. Si la primera historia se las apañaba muy bien para trenzar los caminos de Blomkvist y Salander, aquí los puntos de conexión entre ambos están cogidos por los pelos, hasta flirtean en más de una ocasión con tics almodovarianos.
Y volviendo al principio. Pasada una hora -y faltando todavía otra-, Daniel Alfredson se cansa de tanta trama detectivesca, baja los brazos y deja que el todo se vaya desinflando a un ritmo cada vez más acelerado. Así, Noomi Rapace es la única pasa la criba, todos los demás intérpretes parecen contentarse con recitar sus líneas, y gracias (Michael Nyqvist por ejemplo da un nuevo sentido al concepto “apatía”). Además, el montaje de las escenas clave es caótico, lo cual no hace más que aumentar el efecto de dejadez del que se adolece todo el conjunto. En esencia es como ver una ración abusiva de telenovela de sobremesa carente de interés... algo que parece no hacer ninguna justicia al fenómeno literario nórdico.
por Víctor Esquirol Molinas
Sigo pensando que los actores están muy bien elegidos, y seguramente que sean desconocidos ayuda. Realmente son tal y como uno se los imagina cuando lee el libro.
En el camino quedaron detalles importantes de la historia, aunque lógicamente en 2 horas no se puede meter todo.
Es impresionante lo bien escogidos que están los títulos de esta saga, de 10 todos ellos
Nota: 7.
Le doy a esta entrega, un 7.5 cumplio con el cometido al final.(Seguir interesada para la tercera)
Y es que si has leído el libro, que es mi caso, la historia narrada es infinitamente peor y muy resumida. Pero es que sigo sin creerme a esos actores que han elegido para los principales papeles, que la única que se salva un poco es Salander. Y además, me parece que los realizadores la hacen demasiado suave y... no sé cómo decirlo, sosa. La película no tiene la menor emoción, todo lo contrario que el libro.
Insuficiente alto o aprobado raspadito.
Supongo que en el libro (no me he leido ninguno) se recrean más con las tramas abiertas como la "trata de blancas", toda la corrupción desde policial hasta política y todas las posibilidades interesantes y a nivel de la investigación que en la película tocan de refilón al principio pero luego olvidan por completo. También pasa de puntillas sobre el pasado de ella, lo necesario para dar sentido (que no sentimiento) al "giro" final y realmente lo más importante (al menos en el film).
También es una pena que la interesante relación entre los dos protagonistas aquí brille por su ausencia y jueguen todo el film al escondite y de lejos.
Por todo ello si fuera así entiendo el cabreo de los fans, aunque pese a todo la peli ya dura 2 horas y pico..
Pero bueno, como película en si y pese a que podría haber estado mucho mejor cuidando esos detalles, está entretenida. La trama y la investigación pese a todo es interesante, tiene sus siempre apreciadas escenas potentes tanto sexuales como de acción o enfrentamientos y sobretodo, lo mejor de la película es Noomi Rapace, cuya aparición en escena hace que la película gane muchos enteros. Sin ella de hecho, el castillo de naipes ya de por si endeblemente colocado por el director seguramente se derrumbaría.
Un 5.6
Lo mismo digo. Un 6.