'Los Minions' - Baboi
Sus protagonistas nos lo ponen relativamente fácil: 'Los Minions' es una película que se disfrutará exactamente en la misma medida que se quiera disfrutar. Y eso es lo importante: que ya sea más o menos... se disfruta. Aún a pesar de ella, aún a pesar de nosotros. Cualquier otra consideración es mayormente irrelevante, al menos, si uno se hace acompañar de algún joven al que, por suerte para él y/o ella, le quede lejos todavía tomarse el café de la mañana mientras a su alrededor todo el mundo parece que sabe más de Grecia que la Acrópolis de Atenas.
'Los Minions' cumple con su principal objetivo: Animar la venta de merchandising relacionado con la franquicia. Ya se sabe, el verdadero arte consiste en saber vender, sobre todo si se quiere vivir (bien) de él. Una cinta que podamos considerar como "una más de animación" a consumir de manera eminentemente efervescente, sea dicho con la debida dosis de zafiedad que cada cual estime oportuno. Claro que, lo que podamos decir de 'Los Minions' lo podríamos decir también ya puestos, así, por decir, no sé, de la Coca-Cola: Las novedades se reducen, en esencia, a darle forma a la botella cada equis años. Y a vivir, que son dos días, de ese engañoso arte de la publicidad del que hay que saber cómo vivir, ojo.
Los ecos de un gran hallazgo, a poco que se sepan manejar, son virtualmente eternos... como es el caso de esas simpáticas criaturas que conocemos como los Minions, una genial creación que no necesitan de un gran envoltorio para brillar. Como no lo es 'Los Minions', la película, que alterna el anarquismo gamberro de sus protagonistas con los quehaceres de una convencional y rutinaria cinta de animación. Una situación incómoda en dónde estos Rabbids amarillos se encuentran muy por encima incluso de la necesidad de una historia, especialmente si esta no trasciende del mero postureo animado sobre el que Chris Meledandri, desde 'La edad de hielo' hasta nuestros días, ha edificado su fama como astuto publicista.
Al igual que ocurría en 'Gru 2: Mi villano favorito' el "villano" de la función, en aquel entonces el propio Gru y ahora Scarlet Overkill, se muestran como recursos inoportunos y hasta molestos que lastran -a ratos- el auténtico espíritu de los Minions, esto es, el absurdo y el caos servidos en capsulas de Nespresso. Como si el Gibberish de los Minions necesitase de alguien que lo tradujese... y el miedo crónico de la institución comercial al riesgo que supone profundizar más allá del gag, llegando en los créditos iniciales incluso a spoilear su final. Pero, he aquí la pregunta, ¿a quién le importaría si fuera su gallina de los huevos de oro? Cuanto menos no hay ofensa, mucho menos motivo para sentirse ofendido.
El temor de un spin-off siempre reside en la posibilidad de que unos secundarios geniales terminen por ser unos protagonistas terribles. No es el caso como tampoco lo era el de 'La oveja Shaun', por más que a ambas les cueste alcanzar los 80 minutos de duración de una sola pieza. Por más que con la cabeza no podamos afirmar que sea una buena película, pero tampoco con el corazón negar que la has disfrutado a menudo. Los Minions son tan cansinamente adorables e imprevisibles como para hacer que la película de 'Los Minions' merezca la pena, especialmente acompañado de quiénes la disfrutarán como niños. Es cierto que posiblemente sólo sea una más... lo mismo, vaya, que la Coca-cola que me estoy bebiendo mientras firmo estas líneas.
Puede que mañana no recordemos nada de 'Los Minions', la película; pero tranquilos, que a buen seguro que en algún lugar de casa encontraremos algún souvenir que nos recuerde la existencia de sus protagonistas...
Nota: 6.0
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Mal empezamos...
Es como haber visto juntas todas las participaciones de los "minions" de "Mi villano favorito" pero sin la gracia que les caracterizaba, son tan repetitivos los chistes que te llegan a enfadar.
Me quedo con los minions y sus pequeñas apariciones con Gru.
4/10
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Nota: 6