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'Ella, una joven china': Populí, populí

Vía El Séptimo Arte por 15 de julio de 2010

Mei es una adolescente china que vive una existencia gris y monótona en su pueblo apartado del mundo y del que nunca se ha alejado más de ocho kilómetros. No obstante, la relación que va a mantener con diversos hombres de las más variadas procedencias va a dictar el devenir de su vida. Una vida en la que ahora sí, conocerá de primera mano nuevas sensaciones, nuevos lugares, nuevos retos y nuevos peligros. Del lejano oriente a las islas británicas, la joven Mei descubrirá que la lucha por la supervivencia adquiere infinitas caras.

De acuerdo que uno de los principales propósitos de dicho certamen sea el de descubrir a nuevos talentos (por ejemplo, a día de hoy aún resuena el hallazgo en el año 73 del por aquel entonces desconocido George Lucas con aquella maravillosa película por encargo que fue 'American Graffiti'). Se trata pues de un evento cinematográfico que debe hacer apuestas arriesgadas y explorar aquellos terrenos fuera del alcance de la mayoría de radares. Sondeo, promoción y si la ocasión lo requiere, proceder a la clásica caza de talentos. Talento es el que sin duda tiene la directora de la cinta, la china Xiaolu Guo. Como cabía suponer de un valor salido de Locarno, éste se manifiesta de forma todavía algo germinal... pero demasiado, lo cual nos lleva de nuevo al bueno de Homer: debió ser un año bastante flojo para que 'Ella, una joven china' fuera considerado lo mejor de la cosecha.

De acuerdo que uno de los principales propósitos de dicho certamen sea el de descubrir a nuevos talentos (por ejemplo, a día de hoy aún resuena el hallazgo en el año 73 del por aquel entonces desconocido George Lucas con aquella maravillosa película por encargo que fue 'American Graffiti'). Se trata pues de un evento cinematográfico que debe hacer apuestas arriesgadas y explorar aquellos terrenos fuera del alcance de la mayoría de radares. Sondeo, promoción y si la ocasión lo requiere, proceder a la clásica caza de talentos. Talento es el que sin duda tiene el director de la cinta, el chino Xiaolu Guo. Como cabía suponer de un valor salido de Locarno, éste se manifiesta de forma todavía algo germinal... pero demasiado, lo cual nos lleva de nuevo al bueno de Homer: debió ser un año bastante flojo para que 'Ella, una joven china' fuera considerado lo mejor de la cosecha.

Aunque también sería injusto arrojar el producto al fuego sin prestar un poco de atención a los detalles interesantes que va dejando por el camino. Por ejemplo, el dividir la acción por capítulos cuyo título anticipa en cierta manera lo que va pasar, que hay que interpretarlo como un recurso más estético que narrativo, ayuda a que la historia se haga más amena. Y buena falta que le hace. Esto es sin duda lo más preocupante de la cinta, y es que el periplo de Mei está plagado de momentos supuestamente impactantes (violación y asesinato incluidos en el pack), pero ninguno de ellos consigue transmitir la más mínima emoción. Podría ser por la frialdad que muy a propósito se imprime en el relato, o podría ser directamente por la insipidez que desprende el conjunto.

Esta sosería puede achacarse a la floja interpretación de la protagonista Lu Huang, que si bien va sobrada de una belleza singular, que mezcla el exotismo con el misterio, no se puede hablar tan bien de sus dotes interpretativas, que brillan por su ausencia. Es imposible acercarse al personaje de Mei a través de lo que nos muestra la actriz, ya que ésta siempre adopta la misma actitud -apatía absoluta- sin importarle la situación que tenga que afrontar la heroína que encarna. Y demos gracias a que se digna a vomitar las frases del guión, sino sería lo mismo que ver las fantásticas aventuras de un muro. Por su parte la directora Xiaolu Guo (a quien no olvidemos que es cómplice directo del bajísimo rendimiento de su estrella), con su excesiva entrega a las tendencias más sobadas del cine indie, no parece estar demasiado por la labor de elevar el pobre nivel general.

Finalmente, uno se da cuenta de que el drama de la joven china está completamente condicionado al pobre infeliz de turno que babea por ella -pudiéndose aplicar aquello de "de hombre a hombre y (me lo) tiro porque me toca"-, no sabiéndose muy bien si el propósito de todo ello es reflejar las innumerables dificultades que todavía tiene afrontar la mujer en la sociedad contemporánea, o sencillamente construir un popurrí cultural cualquiera. Un mosaico con aire a documental, simplón y poco atractivo -en todos los sentidos- que en ningún momento es capaz de esconder lo mal ensamblados que están sus fundamentos. Si esto es suficiente para erigirse como el gran triunfador de una de las citas cinéfilas más prestigiosas del mundo, ciertamente la selección del año 2009 debió ser para olvidar.

Nota: 4 / 10

por Víctor Esquirol Molinas

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