Si hablamos de “El Cascanueces” a todos se nos viene a la mente el ballet, tutús y Chaikovski, el compositor ruso que inventó el cuento de hadas. Pero, ¿quién dijo que no se podía convertir en película y con personajes reales? Una historia que podría pasar desapercibida si no fuera porque, en el fondo, está bien hecha. Pero avisamos a navegantes: es una película para niños. Viena, años 20. Mary y Max, dos niños de la alta sociedad, reciben un regalo de Navidad de su tío Albert: un Cascanueces y una casa de muñecas. Sólo la imaginación de la niña consigue dar vida a los muñecos y, junto a ellos, Mary vivirá una aventura de la que no querrá despertar.Lo más desesperante para un adulto cuando ve una película para niños es la poca credibilidad de sus diálogos, pero, quizás, eso no sea un fallo. Como todo, depende del punto desde el que se mire. “El Cascanueces 3D” tiene momentos “chirriantes”, incluso escenas que parecen de películas románticas interpretadas por niños. Pero queda más o menos diluido por la inyección de aventura que contiene el filme.

Andrey Konchalovskiy (“Tango y Cash”) es el director de esta película de aventuras, fantasía y musical. Tres géneros que juntos no quedan tan mal. A su alrededor, unos actores reconocidos por el gran público, empezando por la, últimamente, trabajadora Elle Fanning (“Super 8” y dentro de poco la volveremos a ver en “Un lugar para soñar”). Aquí aparenta menos años de los que en verdad tiene y como tal, igual la interpretación le queda algo forzada. Como malo malísimo Jong Turturro (“Transformers”), el príncipe de los ratones que intentará gobernar la ciudad y destruir todos los juguetes de los niños. Y como tío encantador un divertido Nathan Lane (“Una jaula de grillos”). Todos interpretan bien su papel en este cuento de niños y por eso el valor de esta película sube. Podría haberse quedado en un filme de serie B, pero adquiere valor cuando todos ellos se ponen en funcionamiento para crear una buena película para niños.

Al principio cuesta adentrarse en la historia, más que nada, porque tienes que ser consciente, como adulto, de la película que vas a ver. Pero a medida que avanza la acción y la música reconocible por todos empieza a sonar, la historia toma otro rumbo. Pero es cuando empieza la aventura y nos metemos en el mundo de fantasía, cuando de verdad la historia funciona. Tanto, que cuesta volver a la realidad, sin juguetes que hablen ni guerra que combatir. Y eso es lo mejor de esta película, que consigue que el espectador disfrute de la aventura. La elaboración de las escenas de acción y lo bien dirigidas que están, hacen la historia adquiera verosimilitud.

Sí, es una historia para niños, pero eso no quiere decir que no se deba tomar con seriedad, cosa que muchos olvidan cuando realizan estas producciones. No es el caso de “El Cascanueces 3D”.

Nota: 5

Por Rocío Campos