Hay vaqueros, sí, y también hay alienígenas. En ese sentido el título -en inglés- del nuevo trabajo del director de las muy superiores 'Iron Man' y 'Zathura, una aventura espacial' no se equivoca, para nada, especialmente a la hora de colocar entre medias de ambos una "y" en vez de un "versus" que, por otro lado, tal vez hubiera sido recibido con algo menos de indiferencia pero algo más de benevolencia. Porque en 'Cowboys & Aliens' hay vaqueros y alienígenas, en realidad los términos correctos en nuestro país, pero al margen de esto no hay mucho más a lo que aferrarse para salvar un rebaño de imágenes un tanto huérfanas de corazón, alma y cualesquiera que sea la esencia de cualquier película verdaderamente digna de ser reconocida como algo más que una simple producción a secas.

'Cowboys & Aliens' es la versión light de un blockbuster, ese término que mi novia dice que tanto me gusta emplear especialmente en estas fechas y que amén de facilitar en mucho el resumen de una crítica -algo que hoy me viene de lujo- viene a definir a cualquier producción que no pretende mucho más que hacer más llevadero el sueño de una noche de verano empleando para ello y por lo general mucho ruido y algo menos de cerebro. Esa es la intención primaria y casi única de esta producción más bien de estudio e impersonal en la que prima la apariencia, y donde a partir de una idea muy sugestiva y prometedora se desarrolla una presunta y cobarde superproducción que se queda en tierra de nadie al seguir de forma escrupulosamente anodina y al pie de la letra todos los convencionalismos más conservadores del cine comercial.

De siempre el cineasta que hay escondido en alguna parte dentro de mí y al que de momento no le he dado ninguna oportunidad se ha planteado el por qué los alienígenas, salvo los hombrecillos verdes de Mulder, por costumbre elijen el siglo XX o XXI para visitar nuestro planeta -ya sea para bien o para mal- siendo que, por ejemplo, su irrupción en medio de una batalla de las Cruzadas podría ser un punto de partida fenomenal para una producción con mayúsculas. ¿O qué tal una especie de 'E.T., el extraterrestre' en tiempo de brujas? Son ideas con muchas posibilidades que, como todas, no dejan de ser simples conceptos si no son aplicados con el debido cariño a la hora de trasladarlas a una historia de verdad. Y si por ejemplo en 'Outlander' una idea similar era utilizada de forma desigual como punto de partida para una pasable serie B, en 'Cowboys & Aliens' es aplicada en favor de una producción de manual, tan profesional como insípida, tan aceptable como insatisfactoria, por cuanto vive de un concepto al que apenas se le saca más brillo del necesario como para que pueda dar sentido al título de la película.

Literalmente, entretiene porque dentro de su correcto envoltorio visual inferior a las dos horas de duración no contiene nada que ofenda ni moleste, no al menos de forma particular y/o evidente (aunque si no fuera por la indiferencia que produce todo el filme el tratamiento que se le da al personaje de Olivia Wilde bien podría resultar "molesto"), de la misma manera que al mismo tiempo tampoco incluye ningún elemento que la haga sobresalir ante cualquier otra producción del montón, le otorgue algún tipo de personalidad por la que pueda ser señalada con el dedo ni mucho menos, y esto es lo peor, emocionar de alguna manera. Básicamente, es una película de visto y no visto, hoy la veo y mañana ni me acuerdo de qué es lo que he visto, un resultado que no es tanto por la falta de talento de las partes involucradas como por el perfil tan bajo de unas intenciones aplicadas de forma muy poco ambiciosa y harto convencional.

Porque, lo dicho, no hay nada en particular que podamos señalar como "malo" sin por ello tampoco hacer lo propio con lo "bueno", si acaso hablar de una suma y muy fría corrección en su realización a la que siempre cabe añadirle un pero: sus efectos especiales son bastante buenos... pero no se les permite destacar; sus alienígenas, hábilmente ocultos durante su promoción (algo que cabe aplaudir hasta con las orejas, y que sirva de precedente...), poseen un diseño de lo más estimulante... al que sin embargo no se le saca partido alguno; tiene muchas escenas de acción.... pero tan sólo un par realmente destacables (la que se produce en el interior de un barco, que está al revés, y la primera aparición de los "aliens", cuando aún no sabemos de qué va el tema); las presencias de James Bond o Indiana Jones en el reparto desprenden un carisma y un saber estar indudable (y de hecho en parte gracias a ellos la cinta sobrevive), si bien eso no implica necesariamente que sus personajes tengan mucho que decir... y así podríamos seguir, desde una buena aunque intercambiable banda sonora, pasando por una realización tan correcta como plana, hasta unos secundarios totalmente "de relleno" y a los que no les permite mucho más que hacer acto de presencia (y donde sobre sale un siempre excelente Clancy Brown).

Esta presunta mezcla de géneros entre el western y la ciencia-ficción es un concepto que no trasciende de su idea de base, y en la que una vez planteados sus elementos carece de un contenido que desarrollar, perdiendo el norte por completo en un tercer acto caótico, confuso y anti climático donde la producción es conducida hacia pastos de lo más predecibles, torpes, tópicos y aburridos, una resolución que convierte en una vaga amenaza a un filme al que se le espera durante dos más que correctos actos hasta que toca resolver, momento en el cual confirma su falta de interés -que no de mimbres- para aportar algo más que un deja vu y que deja al descubierto la nadería de una producción de olvido instantáneo. Por demás la ciencia-ficción se ve ahogada por completo dentro de un western al que poco más aporta que unos alienígenas que perfectamente podrían ser sustituidos por un grupo de indios, en un mundo donde nadie parece sorprenderse por casi nada y todos los personajes tienen la oportunidad de hacer frente a sus diversos dramas personales (algo que torpemente dilata en mucho su inconsistente clímax), todo el mundo al final es "güeno" y todo queda perfectamente atado de una u otra manera. Y para que no quede, todo ello salpicado por la corrección de aquel que no quiere que nadie hable mal de sí mismo a través de una puesta en escena carente de nervio que sorprende negativamente por el poco provecho que saca de un gran presupuesto que luce menos que una bombilla de 65 vatios.

Un fotograma de 'Cowboys & Aliens' perfectamente podría acompañar a las definiciones de "desaprovechado" o de "indiferencia" en un diccionario de la misma manera que la imagen de Homer a la de afortunado, dando fe de paso de que a veces un título puede ser tan acertado como igualmente descriptivo a través de su propia simpleza. Y no es porque sea mala, algo que su irritante corrección impide aplicar en este caso, sino simplemente porque su premisa es desaprovechada en favor de la indiferencia que produce la suma de sus escenas, alguna que otra interesante como un ente aislado (la primera aparición de los alienígenas promete...) pero que en conjunto no suman tanto ni como aparentan ni mucho menos como lo que cabría esperar de una superproducción en cuyos créditos aparecen tantos nombres "de renombre" que en otras ocasiones, muchas o pocas, han demostrado tener bastante más talento del que asoma en la suma de fotogramas que es esta fallida y decepcionante producción. No es 'Alien Vs. Predator', no... pero tampoco es tan entretenida.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex