Las negociaciones entre los hermanos Weinstein y Walt Disney para la adquisición del estudio independiente Miramax se han ido al traste después de varias semanas de intensas gestiones. Las conversaciones habían alcanzado su tramo final e incluso los abogados estaban tratando de rematar los puntos finales del acuerdo, según fuentes cercanas a la negociación. De hecho, se esperaba que el acuerdo se anunciase durante la celebración del actual Festival de cine de Cannes, pero la disputa principal, en lo referente a cómo se integraría Miramax en la nueva compañía de Harvey y Bob Weisntein, The Weinstein Company, parece ser que ha imposibilitado rubricar el contrato.

Los Weinstein, que contaban con el apoyo económico del empresario Ron Burkle a través de entidades como Yucaipa Cos. o Fortress Investment Group, habían ofrecido 625 millones de dólares por el control de la entidad que ellos mismos crearon en 1979 y con la revolucionaron el concepto de cine independiente en los años 90. Aunque en 1993 la compañía pasó a manos de Disney tras el pago de 80 millones, estos fueron sus máximos dirigentes hasta que en 2005 rompieron relaciones con Disney (o Disney las rompió con ellos). Disney esperaba recibir alrededor de 700 millones de dólares por la venta de Miramax, entorno a un 50% menos de los 1.400 millones iniciales en los que tasó a la compañía, pero parece ser que finalmente había accedido nuevamente a reducir sus pretensiones. No obstante, Disney sigue interesada en vender una marca que no encaja con la nueva política de la empresa, así que se prevé que retome las conversaciones con otros posibles compradores cuyas ofertas iniciales no les satisfizo en un principio, tales como los hermanos Alec y Tom Gores o los magnates David Bergstein y Ron Tutor.Por ahora, Disney está integrando algunas de las producciones pendientes de Miramax en su calendario de estrenos, incluyendo títulos como la película de animación 'Gnomeo and Juliet' o la comedia romántica con Jennifer Aniston 'The Switch'. A estas alturas es más que probable que Disney mantenga las opciones sobre la distribución de estas cintas aun incluso encontrando un comprador para Miramax, imponiendo una porcentaje sobre la recaudacíón de entorno a un 10% mientras que los nuevos propietarios cubrirían los costes de su comercialización.

Los estudios Miramax cerraron sus puertas en el mes de Enero, decisión que supuso la pérdida del empleo para 80 personas entre las oficinas de Nueva York y Los Ángeles. Miramax llegó a ser una de las distribuidoras más importantes de cine independiente y puso su firma en películas como "Sexo, mentiras y cintas de vídeo" (1989), "Reservoir Dogs" (1992), "El Piano" (1993), "Pulp Fiction" (1994), "Beautiful Girls" (1996), "Shakespeare enamorado" (1998) o "Gangs of New York" (2002).