Lionsgate ha anunciado que la futura secuela de 'Dirty Dancing' será dirigida por Jonathan Levine, encargado de películas como 'Memorias de un zombie adolescente' o 'Casi imposible'. Si bien inicialmente Levine solo iba a producir la película, su productora Megamix decidió que se hiciera cargo también de la dirección.

La película contará con la vuelta de Jennifer Grey, quien una vez más interpretará a Frances "Baby" Houseman en la secuela. Grey también hará las veces de productora ejecutiva y co-guionista junto con Levine y Elizabeth Chomko. Se espera que la secuela entre en producción a finales de este año, con un estreno previsto para 2024.

"Si bien Dirty Dancing siempre ha sido una de mis películas favoritas, nunca imaginé que dirigiría la secuela", afirmó Levine. "Al coescribirla, me enamoré de los personajes (nuevos y antiguos), el mundo de Catskills New York de la década de 1990 y la música, que abarcará desde canciones de la película original hasta hip-hop de los 90. No puedo esperar a colaborar con Jennifer para llevar esta hermosa historia de verano, romance y baile a una generación de nuevos fans. Y a los de toda la vida, les prometo que no arruinaremos su infancia. Abordaremos la tarea con sofisticación, ambición y, sobre todo, amor".

La cinta de 1987 estuvo protagonizada por Patrick Swayze y la citada Gray como dos amantes que se unen para realizar el último gran baile del verano a pesar de la desaprobación del padre de la chica. Dirigida por Emile Ardolino, la película recaudó 218 millones de dólares en la taquilla mundial para un presupuesto de 5 millones, obteniendo un Globo de Oro y un Premio de la Academia por su canción "(I've Had) The Time of My Life". Los dos protagonistas también obtuvieron nominaciones al Globo de Oro por sus actuaciones.

El estudio ya realizó una secuela en 2004 titulada 'Dirty Dancing 2', protagonizada por Diego Luna, Romola Garai, January Jones, John Slattery y Sela Ward. La película, que a pesar de su título tenía muy poco que ver con la película original, no tuvo buen recibimiento por parte de la crítica y fracasó además en taquilla con una recaudación mundial que apenas alcanzó los 28 millones de dólares. A su vez, en 2017 se produjo un remake televisivo que pasó igualmente desapercibido.