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Christoph Waltz será Billy Wilder

Vía HeyUGuys por 06 de junio de 2022
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Christoph Waltz será el encargado de dar vida al Billy Wilder de 'Billy Wilder and Me', la adaptación cinematográfica de la novela de 2020 de Jonathan Coe que en España conocemos como 'El señor Wilder y yo' gracias a la Editorial Anagrama.

Christopher Hampton ('Expiación. Más allá de la pasión', 'El padre') firmará el guión de esta producción británica que será dirigida por un Stephen Frears que en los últimos cinco años ha estado más centrado en la televisión, habiendo sido el responsable de todos los episodios de 'Un escándalo muy inglés', 'Quiz: el escándalo de ¿Quién quiere ser millonario?' y las dos temporadas de 'State of the Union'.

Esta será la tercera colaboración entre Hampton y Frears, quienes previamente ya trabajaron juntos en 'Las amistades peligrosas' (1988) y 'Chéri' (2009).

Producida por Jeremy Thomas, Christos V. Konstantakopoulos y Reinhard Brundig, se espera que el rodaje de 'Billy Wilder and Me' se desarrolle durante la primavera de 2023 en localizaciones de Grecia, Múnich y París.

Antes, este mismo año, deberíamos de poder ver la anterior película de Frears, 'The Lost King', una comedia dramática escrita por Steve Coogan y Jeff Pope sobre el descubrimiento en 2012 de los restos del rey Ricardo III en un estacionamiento de automóviles de Leicester.

Sally Hawkins da vida a la historiadora amateur Philippa Langley en esta película cuya primera imagen podéis ver a continuación y en la que Frears, Coogan y Pope vuelven a colaborar después del éxito de 'Philomena' en 2015, película que recordemos fue nominada a cuatro Oscar (película, actriz, guión adaptado y banda sonora).


Por último, os dejamos con la sinopsis oficial en español de 'El señor Wilder y yo'.

Una novela nostálgica, dulce, culta y encantadora, atemporal, con la que vuelve un Jonathan Coe cargado de sensibilidad y oficio.

A sus cincuenta y siete, la carrera como compositora de bandas sonoras de Calista Frangopoulou, griega afincada en Londres desde hace décadas, no pasa por su mejor momento. Tampoco lo hace su vida familiar: Su hija Ariane se va a estudiar a Australia, sin que aparentemente eso la entristezca del mismo modo que entristece a su madre, y su otra hija adolescente, Fran, está pendiente de interrumpir un embarazo indeseado.

Mientras su profesión la arrincona y sus hijas, decididas o titubeantes, empiezan a abrirse paso por sí solas, Calista recuerda el momento en el que todo empezó para ella; Julio de 1976, cuando en Los Ángeles, y ostensiblemente poco arreglada para la ocasión, se presenta con su amiga Gill en una cena que celebra un antiguo amigo del padre de esta: Un director de cine setentón del que ninguna de las dos sabe nada, y que resulta ser Billy Wilder; Wilder, que, con su esquiva bonhomía, termina contratando a Calista como intérprete para que la asista en la filmación de su nueva película, Fedora, que se rodará en Grecia el año siguiente.

Y así, en la isla de Lefkada, el verano de 1977, Calista Frangopoulou empieza a abrirse paso por sí sola como más tarde harán sus hijas. Y descubre el mundo, y el amor, y, de la mano de uno de sus grandes genios, una particular forma de entender el cine que está empezando a desaparecer. "Eso es lo que se lleva ahora. No has hecho una película seria a no ser que los espectadores salgan del cine sintiendo que les apetece suicidarse. (...) Les tienes que dar algo más, algo un poco más elegante, un poco más bonito", dice, primero sardónico y luego tierno, un Billy Wilder excelentemente caracterizado en las páginas de este libro.

Y más adelante el cineasta añade: "Lubitsch vivió la gran guerra de Europa (me refiero a la primera), y cuando ya has pasado por algo como eso lo has interiorizado, ¿entiendes lo que quiero decir? La tragedia pasa a formar parte de ti. Está ahí, no tienes que gritarla a los cuatro vientos y salpicar la pantalla con ese horror todo el tiempo".

Atenta a las enseñanzas del maestro, 'El señor Wilder y yo' apuesta por una amabilidad cargada de contenido, capaz también de abordar con la mayor sobriedad el drama: Las incertidumbres de la juventud, pero también las de la edad adulta; las fragilidades de la familia, sus fortalezas; el trauma privado y colectivo del Holocausto... todos comparecen en esta novela nostálgica, dulce, atemporal y encantadora, con la que vuelve un Jonathan Coe cargado de sensibilidad y oficio.

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