Se veía venir. Y más desde que hace unos días saliera a la luz un informe económico que encendiera todas las alarmas del sector. El origen de la polémica está en un proyecto de ley que debe tramitarse en breve en el Parlamento catalán. En él se aboga por la paridad de lenguas (catalán y castellano) en el doblaje de las películas con más copias.

El principal problema, y una de las razones por las que las majors se han subido por las paredes, es que la ley pretende que haya igualdad ligüística, no subvencionándola, si no multando a todo aquel que ose no respetar las nuevas reglas del juego. Como anunciábamos antes, un informe emitido por el economista Josep Maria Gay ha supuesto la gota que ha colmado el vaso ya que en él se vaticina un descenso dramático de la afluencia de espectadores en las salas de cine catalanas.

La respuesta por parte del Gremio de Empresarios de Cines de Cataluña, presidio por Camilo Tarrazón, no ha tardado en llegar. En efecto, ya hay anunciada para el día 1 de febrero (“curiosamente” coincidiendo con las fechas de entrega de los Premios Gaudí) una huelga masiva de las salas de cine de la Comunidad Autónoma. Eso se traducirá en que este día, 525 de los 795 proyectores dejarán de funcionar. No es la primera que el Govern se las ve con la industria cinematográfica... y tal como van las cosas, tampoco sería la primera vez en que los políticos deben dar marcha atrás.