Del 13 al 17 de Septiembre ha tenido lugar la tercera edición del Korean Film Festival Barcelona (de aquí en adelante, KFFB), siendo esta mi primera vez en el festival. Compuesto enteramente por películas de procedencia coreana, en la programación encontramos diferentes secciones:

- Sesiones indies de Seúl: Películas independientes procedentes de Corea del Sur, directamente del Festival de cine independiente de Seúl.
- Sesiones panorama: Dedicada a la comedia, uno de los géneros más exitosos desde siempre en el país.
- Sesiones premieres: Películas que aún no han sido estrenadas en España ni tampoco han pasado por ningún festival español.
- Sesiones especiales: Como dice el nombre, sesiones especiales, ya sea para celebrar el aniversario de una película, sesiones sorpresa o algo que no encaje en el marco del festival.

Entre todas estas secciones más las galas de inauguración y clausura, suman un total de 18 películas, con un objetivo claro: Llevar la cultura, costumbres e historia de Corea al público español. En la inauguración remarcaron mucho este aspecto, y aunque solo he podido asistir a tres sesiones, queda bien claro que quieren ser conocidos por ello y no únicamente por las películas que proyectan.

En la gala de inauguración, a la salida, tenían preparadas varias mesas con comida coreana (cortesía de los restaurantes colaboradores) mientras que el discurso que iniciaba el festival lo dio Park Young-hyo, cónsul general del Consulado General de la República de Corea en Barcelona. Este tipo de detalles hacen que cada sesión te envuelva en la cultura de Corea y lo convierta en un festival especial.

La impresión de esta primera (aunque espero que no última) visita al festival no podía ser mejor. Es modesto pero se nota todo el esfuerzo y cariño que le ponen los organizadores para que todo salga bien. Me quedé con ganas de más y realmente espero que el año que viene pueda asistir a más sesiones. Ahora pasaré a comentar lo que pude ver, que ya sea dicho de paso, fue mucho más que interesante.

El gran atractivo de 'Hero' es, a su vez, su mayor hándicap. La película de JK Youn es bastante particular, y aunque haya pasado otras veces a lo largo de la historia del cine, no creo que se pueda considerar algo común. La historia narra las aventuras de An Jung-Geun, líder de la resistencia coreana que luchó por la independencia de Corea, que en 1900 se encontraba bajo el manto de Japón. Su particularidad es que se trata de un musical, de inicio a fin, de corte bastante clásico en sus números. Esto le da mucha personalidad y una fuerza dramática enorme a varios momentos, intercalando perfectamente escenas narrativas convencionales con partes musicales variadas. Destacan aquellas donde suenan "Who is The Criminal", "Hero" y "My Dream For You", pero todas tienen una fuerza arrolladora.

Claro está que si no entras en la propuesta, sufrirás por la cantidad de momentos musicales. Personalmente pienso que es fácil entrar en ella si te interesa un mínimo la historia que cuenta, ya que JK Youn le otorga un ritmo muy dinámico y crea unos personajes bien definidos con los que es fácil empatizar. El reparto está muy entregado, destacando sobre todo al protagonista Chung Sung-hwa (fantásticamente caracterizado como An Jung-Geun) y a Kim Go-eun, que interpreta a una infiltrada de la resistencia en el entorno del imperio japonés. El viaje por el que te lleva 'Hero' es duro, pero acabas entendiendo la importancia de lo que hicieron sus protagonistas y es una interesante clase de historia sobre como Japón tenía sometido al pueblo coreano. (*******)

Empezaré diciendo que su fotografía en blanco y negro es de un preciosismo apabullante, recordándome puntualmente al cine de Akira Kurosawa. 'The Book of Fish' cuenta la historia real de un miembro de la corte de la dinastía coreana al que exilian por intentar esparcir el cristianismo en territorio coreano, justificando que está corrompido por los demonios occidentales. El lugar al que lo exilian es la isla de la montaña negra, un lugar apartado de todo y aparentemente deprimente, pero que poco a poco veremos como las apariencias engañan. Se trata de una película con mucho corazón en la que acompañaremos al protagonista Jeong Yak-jeon descubriendo las bondades de la modesta vida en esa isla, la libertad que esto otorga y aprendiendo de personas que saben mucho menos que él. Sol Kyung-gu está fantástico en este papel, con una interpretación que equilibra muy bien lo dramático con lo cómico.

Muy importante destacar al personaje del pescador Jang Chang-dae, el contrapunto perfecto para el protagonista, al cual admira por sus conocimientos pero no por sus formas ni por venir de donde viene (algo reciproco). La relación que hay entre ellos es el núcleo central de la película, una relación llena de idas y venidas, pero que no para de evolucionar y de plantear dilemas morales en su mayoría bien resueltos. El humanismo está presente durante toda la película y aunque es cierto que al tratar aspectos algo lejanos para nosotros puede llegar a agobiar tanta información, creo que al final es una excusa para tener un trasfondo. De nuevo, otra clase de historia a través de una película accesible y muy sólida. (*******)

La sorpresa se trataba de una sesión de cortos, tres para ser más exactos. El primero era 'Life is but a Dream' de Park Chan-wook, una historia de fantasmas mezclada con artes marciales y costumbrismo coreano. Rodada en un iPhone 13 Pro se trata de un anuncio de 22 minutos de la cámara de este teléfono y lo único que consigue llamar la atención es el buen hacer de Park Chan-Wook como director, destacando sobre todo la fiesta final, y lo absurdo de todo en algunos momentos (en otros se hace algo insufrible). Publicidad de lujo. Por fortuna, el segundo corto era muy distinto. (****)

'The Recorder Exam' está ambientada en 1988, durante los juegos olímpicos de Seúl y sigue a una niña de nueve años preocupada por el examen de flauta que tendrá en unos pocos días. Este contexto le sirve a la directora Kim Bora para representar una familia de clase media-baja muy disfuncional desde el punto de vista de la niña protagonista, que solo quiere sentirse querida por su familia. Goza de una gran sensibilidad y tiene la capacidad de hablar sobre el autoestima, el sentirse valorado por los demás o sentir que no encajas en el lugar al que perteneces sin necesidad de sobre exposición ni escenas explicativas. (*******)

El último corto fue 'Incoherence', el proyecto de fin de carrera de Bong Joon-Ho donde ya se pueden vislumbrar aquellos aspectos que lo caracterizan a día de hoy, como pueden ser un humor muy ácido o unos personajes muy pintorescos. La trama del corto se divide en tres partes, protagonizadas cada una por tres sinvergüenzas que siempre se salen con la suya. Cada broma está encajada a la perfección, haciendo que el corto sea un no parar de reír desde el minuto uno hasta su gran final, que es la guinda perfecta para esta sátira. El gag de la arrocera va a perdurar para siempre en mi memoria. (********)