Uno de los directores más afamados y prestigiosos de México, Arturo Ripstein, quien se caracteriza por cintas llenas de inquietud, desencanto y tramas escabrosas, vuelve a la pantalla grande tras terminar el rodaje de una cinta que lleva por título El carnaval de Sodoma, que se concreta gracias a la coproducción de España y se basa en la novela del mismo nombre del dominicano Pedro Antonio Valdés de y adaptada en 80 páginas -el libro publicado por Alfaguara consta de 600- por la esposa de Ripstein, la guionista Paz Alicia García-Diego. La cinta recrea la miseria de la condición humana teniendo como punto de partida la interacción de varios personajes frustrados y derrotados -nadie mejor que Ripstein para retratar esos mundos obscuros- en los que se encuentran en un burdel de mala muerte, un poeta que nunca ha publicado; un revolucionario que llegó tarde a la historia; un ángel provocador; un burócrata con delirios de bailarín; un chino avaricioso y su timorata esposa; Mónica una puta con baja estima profesional; un grupo de prostitutas de dudosa sensualidad y, por último, un cura en hedor de santidad y otro con instintos de redentor. Pero aparece una forastera con aires de princesa, y trastoca el equilibrio del establecimiento. En el reparto se encuentra la española María Barranco, y los mexicanos Fernando Luján, Alejandro Camacho y Patricia Reyes Spíndola entre otros. Su estreno aún no está confirmado, pero ya se prepara su entrada en diversos festivales. Aunque a algunos Ripstein les parece bastante repetitivo, lo cierto es que con cada cinta logra siempre un cometido bien elaborado; y en esta cinta lo demuestra una vez más. A destacar sobretodo el diseño de arte de Sandra Cabriada, Dario Ramos y Maria Luisa Guala; y la actuación sobresaliente de Carlos Cobos. Recomendable cinta, aunque algo obscura, sello distintivo ripsteiniano.