'Raya y el último dragón' - El sombrero es nuevo
'Raya y el último dragón' es una buena película. Una buena película, añado que de animación por ordenador de Walt Disney Animation Studios que funciona en la medida y a la manera en que cabe esperar que funcione una buena película de animación por ordenador de Walt Disney Animation Studios. Y además de funcionar, de funcionar a su medida y a su manera, técnica y formalmente también está al nivel de lo que cabe exigirle a estas alturas a una película de animación por ordenador de Walt Disney Animation Studios.
Pero no deja de ser una película de animación por ordenador de Walt Disney Animation Studios. Otra más. Una más. De nuevo, una prueba de la envidiable solidez de la compañía, que de nuevo da en el centro de una diana cuyo tamaño no obstante, se antoja un tanto pequeño. Como si el jugador que lleva la pelota no levantase la mirada antes de pasar, como si fuera un videojuego de carreras que consiste en no salirse del camino. 'Raya y el último dragón' es tan buena película como tan buena oportunidad perdida es.
La oportunidad perdida de cruzar alguna línea roja. O de al menos pisarla. De romper el compás de una melodía que no es menos efectiva por ser de sobra conocida, pero que sí por ser de sobra conocida carece de la magia de esa primera vez. Especialmente, cuando se tiene una oportunidad tan clara como la de 'Raya y el último dragón', película que insinúa amagar con correr riesgos que rápidamente son silenciados por el oficio, incorruptible e indiscutible, de una compañía que le tiene demasiada tomada la medida a su público.
A su público, el cuál no hay duda que disfrutará de 'Raya y el último dragón', una película que repito, se disfruta. Una buena película que dentro de la norma establecida se permite algunos lujos muy, muy pequeños. Tan pequeños como para que su apariencia oriental o post-apocalíptica queden en anécdota, y su brillante acabado audiovisual esté más cerca de la presunción que de la narrativa, cabe señalar que reiterativa en su camino hacia una lección vital que cualquier mayor de edad verá de frente y sin incertidumbre desde el prólogo.
'Raya y el último dragón' es una buena película que desaprovecha la buenísima oportunidad de ser una 'La princesa Mononoke'. De además de ser una producción de Disney, ampliar los límites de lo que eso se supone que puede ser. De hacernos dudar, y vibrar. Algo más maduro y valiente y no tan conformista y conservador. Algo que no se quede tanto en la apariencia, tan bonita e inmaculada como fruto de la experiencia antes que de la pasión. Algo que marque una diferencia sustancial entre una cuota mensual y una experiencia cinematográfica.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex