'Pequeños secretos' - Sin demasiada importancia
En palabras del propio John Lee Hancock, 'Pequeños detalles' fue escrita "a principios de los años 90, cuando los cines estaban llenos de compañeros policías. Quería hacer algo diferente y que tuviera referencias de las películas de los años 70". Calculo que fue más o menos por la misma época en la que escribió 'Un mundo perfecto' para Clint Eastwood, el trabajo que le abrió las puertas de Hollywood y con la que podríamos decir que comparte una misma vocación clásica y un similar espíritu crepuscular.
Claro que, como se suele decir, las comparaciones ofenden y aquella estaba dirigida por un Clint Eastwood que venía de 'Sin perdón' y continuó con 'Los puentes de Madison'. Casi nada. Hancock no es mal director como ha demostrado en títulos como 'Al encuentro de Mr. Banks' o 'El fundador', pero sí se antoja demasiado blando para una historia como la que propone 'Pequeños detalles': Una especie de cruce entre los escabrosos relatos de asesinos de David Fincher y la primera temporada de 'True Detective'.
Y eso que se supone que fue escrita mucho antes que dichos referentes, quien sabe si para llamar la atención del mencionado Clint Eastwood: Prueba de ello sería que en el mundo de 'Pequeños detalles' siguen existiendo los buscas o las cabinas de teléfono. Y es que la película hubiera encajado con Clint Eastwood de la misma manera que ahora también encaja con Denzel Washington, recuerdo de ese viejo Hollywood en extinción por culpa de la vida moderna, el streaming, la carne fresca o los algoritmos.
Porque 'Pequeños detalles' es una película muy de los 90, así como una thriller comercial muy propio del Hollywood de los 90. Una película muy institucional a todos los niveles a los que un reparto de campanillas le añade la sal. Una producción contenida que juega con conceptos turbios de manera discreta, casi de manera que no puedan -porque no deben- corromper la buena moral de ningún capitalista. Como si a 'Seven' le quitamos las imágenes que hicieron que fuera 'Seven'. Como ejercer violencia sin violencia.
'Pequeños detalles' es una obra interesante amedrentada por las fauces de una industria. Un buen y eficaz envoltorio por el que Denzel Washington se mueve como pez en el agua, sin que nada ponga a prueba su contrastada capacidad o su cheque. Una película que juega con suma precaución con ideas perturbadoras desde la barrera y con la boca pequeña. Tirar la piedra y esconder la mano. Sirva de ejemplo su final, equivalente a que al final de 'Origen' hubiéramos visto la peonza de Leonardo DiCaprio caer... o no.
'Pequeños detalles' es una película de otra época que en tiempos del streaming se queda a medias: Como película tarda en arrancar y termina cuando arranca, mientras que como serie se queda coja y con las ganas de poder ser la mejor temporada de 'True Detective'. Una producción muy correcta, incluso impecable dentro de un espectro comercial que sólo destaca por la actuación de Jared Leto, única nota con carácter que rompe una melodía de buena apariencia pero sin apenas... carácter.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex