'Godzilla vs. Kong' - El amanecer de la justicia
Grandes monstruos dándose de hostias. A esto hemos venido, por esto hemos pagado. El siglo XXI nos ha dejado a Godzilla y a Kong como dos grandes matones de barrio, ahora subidos a un mismo ring poblado por tristes e insignificantes humanos para comprobar cuál de los dos reparte más, y también, quien destruye más el mundo que le rodea y se supone que protege.
Al igual que 'Godzilla: Rey de los monstruos', este 'Godzilla vs. Kong' ofrece más o menos lo que promete, y que además, casualidades de la vida, es más o menos lo que cabe esperar: Uno de esos bonitos blockbusters que hacen retumbar las salas de cine cuando llega el momento de darse de tortas. Como si hubieran quedado en el parque después de clase. Y tú más.
Cuando llega el momento de darse de tortas, a ratos, que no es ni siempre ni en todo momento. Por supuesto, hay por ahí un puñado de humanos más o menos conocidos tratando de aportarle algo de corazón a lo que por otro lado, no tiene por qué tenerlo. Grandes monstruos dándose de hostias. A esto hemos venido, por esto hemos pagado. A que retumbe la sala.
Me soplan por el pinganillo que Adam Wingard ha dirigido esta película, que bien podría haber sido dirigida por Michael Dougherty. Como si Tom Holkenborg hubiera compuesto la banda sonora en lugar de Bear McCreary. Lo mismo da que da lo mismo, aquí la estrella es el departamento encargado de sus efectos visuales. Brillantes. A la altura de su presupuesto.
A la altura de una buena sala de cine, gracias a Dios por respirar y salir de casa.
Un buen drama sobre humanos siendo pisoteados como hormigas por monstruos, con un acabado audiovisual de primer orden y perfectamente empaquetado por debajo de las dos horas, y en dónde la posible estupidez y/o simplificación de su devenir argumental responden a un valor claramente servicial para con el público. Y su público encantado. Cumple. Entretiene. Y mola.
Lo inherente a lo que, en esencia, es una "street fighter" entre Godzilla y Kong. O una especie de 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia' a pecho descubierto en el que Kong haría de caballero oscuro y Godzilla del hombre de acero. Con o sin amanecer y/o justicia, que no hay escena post-créditos que nos aclare si este es el final del MonsterVerse, lo que sería una pena.
Porque las salas de cine nunca morirán mientras se produzcan películas así.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex