El pequeño Kun, de cuatro años, deja de ser el centro de atención de sus padres cuando nace su hermana Mirai. Frustrado y algo molesto, empieza a experimentar situaciones en casa que nunca había vivido. Pero las cosas cambian de forma mágica cuando la versión adolescente de su hermana viaja en el tiempo desde el futuro para vivir junto a Kun una aventura extraordinaria más allá de lo imaginable.

Mamoru Hosoda, responsable de títulos de visionado tan recomendable como 'La chica que saltaba a través del tiempo', 'Summer Wars' o 'Los niños lobo', vuelve a cumplir una vez más, y para no perder la costumbre, lo vuelve a hacer con buena nota... aunque a su última película, al igual que a 'El niño y la bestia', le falta ese vamos a llamar "brillo en la mirada" que si poseen sus tres primeros (y fantásticos) filmes.

Tanto monta que monta tanto, en realidad, que si las comparaciones son odiosas lo son, precisamente, por comparaciones tan odiosas como lo puede ser esta: A los puntos, y a efectos prácticos, con o sin odiosa comparación de por medio, esta reinvención del Cuento de Navidad de Charles Dickens "a la japonesa" sigue siendo, igualmente, una encantadora golosina de visionado también altamente recomendable.

Un entretenimiento (en apariencia) familiar rebosante de encanto nada empalagoso; sencillo y tierno pero nada pretencioso; bienintencionado pero nada impostado que funciona, y a la perfección, en la misma medida que lo pueda hacer para público tanto adulto como menudo. Una pequeña pero adorable y conmovedora película cuya (aparente) ligereza realza la destreza de su (aparente) ingenuidad.

Con o sin brillo en la mirada.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex