'Historias de miedo para contar en la oscuridad' está inspirada en la serie de historias cortas de terror para niños escritas por Alvin Schwartz e ilustradas por Stephen Gammell. Pero la película no es una antología formada por distintos episodios o segmentos, sino una única historia que eso sí, se vale de varios de los relatos originales para tomar forma.

El siempre interesante André Øvredal se hace cargo con gran efectividad de esta película de terror para mayores de 13 años. Detalle este último que no debe pasar inadvertido y que la descarta de formar parte de una liga, la de las películas de susto o muerte a lo Universo Expediente Warren, de sobresaltos y violencia al por mayor, en la que ni juega ni pretende jugar.

'Historias de miedo para contar en la oscuridad' es una mezcla entre una película de miedo y una película de aventuras a lo Amblin. Una producción para todos los públicos (hoy en día aún más todavía) que al menos en mi cabeza recuerda a títulos como 'Una pandilla alucinante', por poner un ejemplo ejemplar aunque no se apoye como aquella en el humor.

Aunque si es por decir, también de podría decir que es una especie de 'Creepshow' para el público de 'Stranger Things'.

Se trata de ante todo una película entretenida, muy fácil de ver y simpática de manera harto sencilla. Una sencillez y falta de pretensiones muy efectiva en las distancias cortas, y que regala algunos instantes que a buen seguro pueden dejar huella vistos con la edad y ternuras adecuadas. O una película superficialmente perturbadora para todo tipo de sensibilidades.

No hay mal que por nuestro bien no venga: 'Historias de miedo para contar en la oscuridad' funciona con la misma elegancia, pulso y nervio intermitentes que 'La autopsia de Jane Doe'. La misma bienvenida eficacia de un artesano con ecos "a aquel cine" que destacaba por lo mismo que lo hace esta película: Un sencillo pragmatismo que como el algodón, no engaña.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex