'El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo' - Un broche muy digno
Les tengo mucho cariño a las dos entregas previas de 'Expediente Warren', ambas vistas por primera vez como películas de clausura del Festival de Nocturna en 2013 y 2016, respectivamente. Dos de esas grandes experiencias que siempre tienes presentes y que sabes que te llevarás a la tumba, máxime cuando tuvieron lugar en la que para un servidor fue la mejor sala de cine del mundo: La sala grande del antiguo cine Palafox de Madrid (cerrado en 2017).
Unas 850 personas se encontraban allí pasándolo estupendamente mal. Complicado resistirse, tanto a dejarse llevar por el público como por las propias películas, sin duda y por derecho propio, dos referentes del cine de terror moderno. Pocas películas (recientes o no) han logrado jugar en la misma liga, siendo que siquiera sus derivados han estado cerca de igualar el encanto de las mismas y con el que James Wan se ganó un lugar en la posteridad.
Y 'Expediente Warren: Obligado por el demonio' no es la excepción, siendo una película en líneas generales inferior a sus dos precedentes directos. Sin James Wan de nuevo como director, era de temer. El mismo James Wan que antes había hecho las muy poco brillantes 'Silencio desde el mal' o 'Insidious', cabe señalar. En su lugar la responsabilidad (o el marrón) recae sobre Michael Chaves, responsable de 'La Llorona'. La hueca, no la de Jayro Bustamante.
Cuando se estrenó aquel "festival de sustos" comenté que más que una película, parecía una prueba para comprobar si el debutante Michael Chaves era apto para dirigir esta tercera entrega. Y sí, Chaves la había superado siendo el alumno del 'Universo Warren' que mejor había sabido emular "al padre" de la criatura. Aunque como película propiamente dicho no valiese nada, era un "pasaje de terror" bastante efectivo con unos cuantos buenos sustos.
Podríamos decir que esta tercera entrega es un intento por emular a las dos anteriores. Un intento por otro lado satisfactorio que da el pego, si no en su conjunto si al menos durante un directo que se disfruta convenientemente. No es como la primera vez ni tampoco como la segunda, vale. Pero a diferencia de los otros discutidos derivados de la franquicia, este mantiene la compostura como una película que además de sustos, también tiene dignidad.
Quizá sea la presencia de Patrick Wilson y Vera Farmiga. O quizá sea que aún a pesar de tratarse de una película de miedo o de sustos, la relación entre ambos sigue siendo el motor de lo que a fin y al cabo sigue siendo una historia (puesta a prueba con sustos). El componente humano que dirían algunos, y que aquí se extiende incluso a los secundarios cuando en la mayor parte del cine de terror suele estar a merced del monstruo (o la muñeca) de turno.
Si, esta tercera entrega es una suerte de eco inferior a las dos anteriores. Sobre todo es menos intensa, en especial al final. Pero como "película de miedo" (antes que "de sustos") nunca pierde los papeles por un camino que recorre con la cabeza bien alta. Un broche muy digno que funciona en las distancias cortas, con unos cuantos buenos sustos y con la presencia siempre solvente de Wilson y Farmiga, dos intérpretes que como la película saben donde están.
Y lo que se hacen.
Quien sabe, igual el día de mañana Michael Chaves se gana su lugar en la posteridad como hizo James Wan. De momento, progresa adecuadamente con esta disfrutable (aunque olvidable) 'Expediente Warren: Obligado por el demonio'.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex