'Belleza inesperada' - La bendita ignorancia de las almas no tan perdidas
'Belleza inesperada' es, desde ahora, un claro ejemplo de drama buenrollista, comercial y poco sutil que los "más entendidos" tienden a menospreciar sin más miramientos, mientras que los "menos entendidos" tienden a disfrutarlo sin no menos miramientos. Aparentemente, aunque sólo sea para entendernos. Y con una estrella por delante como la de Will Smith, faltaría más, y en realidad, nada que podamos considerar como nuevo bajo el sol: Ambos tienden a tener buena parte de razón... a su manera, aunque nunca la tengan toda, siendo que esta película sólo es una pérdida de tiempo si uno tiene tan poco tiempo disponible para malgastar como para considerarlo así.
No hay mal que por bien no venga, que 'Belleza inesperada' puede servir para enseñar la diferencia que existe entre una película y un producto. La primera intenta desafiarte desafiándose a sí misma, mientras que la segunda no pretende ni lo uno ni lo otro. 'Belleza inesperada' es de las segundas, no por casualidad el tipo de proyecto favorito de una industria tan temerosa de Dios como cualquier otra; como la de Hollywood, mismamente. Llámese como se quiera llamar, con el nombre que cada uno le quiera dar; en cualquier caso cuando una película cae en manos de tipos tan serviciales como David Frankel... en fin, es lo que hay, que quién avisa no es un traidor.
No tendría por qué ser así, pero es así. O suele serlo en un 90% de las veces. Y por lo general al que pone el dinero es a quién más le gusta que esto sea así, que para eso lo pone. Complicaciones las justas y riesgos los mínimos, aunque eso conlleve desfigurar un guión, manipular puerilmente nuestros sentimientos o vestir de putas a sus intérpretes. Y la ambición del espectador debe estar en sintonía con la de la producción, por supuesto, y su falta de atención al detalle debe ser lo suficientemente parecida como para que la diferencia sea imperceptible a poco que uno no sepa ni de lo que está hablando, ni falta que hace. Allí es donde unos y otros encuentran el dónde, y el dónde no.
Porque muchas veces los "más entendidos" ven por ver películas como 'Belleza inesperada' que están ahí para ver por ver. Ni aportan ni restan, ni los unos ni las otras, mediante una fórmula que en cierto sentido niega la razón o el sentido a todos ellos. Una clase de 90 minutos de publicidad emocional (barata) y pre navideña endulzada (o salvada) por un puñado de secundarios simpáticos (aunque no hagan nada). Defina Hollywood, defina industria. Defina "allá usted" cuáles son sus intenciones. Belleza poca, oculta menos. Había una película por ahí, en alguna parte, pero decidieron ignorarla. Y no tan en el fondo de eso se trata, de esa bendita capacidad para ignorar. En ambos sentidos.
¿Será esa la "belleza colateral"?
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Es normal que no te llame, es del tipo de película que ya te conoces para poner como fondo de escritorio en la televisión mientras comes con la familia. Para ver con las perspectivas muy bajas.
Se puede decir que bien pero porque es ella. Quiero decir, que es como Helen Mirren, Edward Norton o Kate Winslet, que con lo mínimo ya te cumplen por talento o carisma. La película ni permite ni exige más.
Un 8!