Del 20 al 28 de noviembre se celebró la 53 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, en España, y en dicha edición se premiaron a dos producciones mexicanas.

La primera de ellas es La calle de la amargura que se hizo del premio a Mejor Director para el excelentísimo Arturo Ripstein. La cinta cuenta la historia de dos putas dos putas de mediana edad, que celebrando la victoria de dos luchadores enanos, los narcotizan, pero están tan asustadas y confusas que cometen toda clase de errores.

Por otro lado, Celso Gracía, director de La delgada línea amarilla se alzó con los premios a Mejor Guión y el Premio Especial del Jurado por la cinta antes mencionada que es el viaje de cinco hombres que son contratados para pintar la línea divisoria de una carretera que conecta dos pueblos de México. Al finalizar el recorrido, comprenderán que existe una delgada línea entre el bien y el mal; entre la risa y el llanto; entre la vida y la muerte.