Un desvío nocturno se convierte en una pesadilla inimaginable cuando el coche de una pareja separada se avería en una remota carretera rural. Al encontrarse atrapados en una oscura y desierta carretera de dos carriles, David Fox y su mujer —ex mujer dentro de muy poco— Amy se ven obligados a pasar la noche en un sórdido motel dirigido por un extraño aunque aparentemente inofensivo propietario. En su habitación mugrienta y raída, la pareja, siempre peleando, encuentra unas macabras películas caseras que parecen extrañamente reales. Cuando se dan cuenta de que los vídeos sangrientos han sido grabados en la misma habitación en la que ahora están, David y Amy concluyen que ellos serán las próximas víctimas de los sádicos cineastas a menos que dejen a un lado sus diferencias y trabajen juntos para escapar.