Matt y Liz fueron novios desde secundaria. Tras un largo noviazgo, la pareja finalmente se estableció en Los Ángeles como un matrimonio perfecto, con una hermosa casa nueva y una niña que venía en camino. El embarazo no fue fácil, pero finalmente el 24 de marzo de 2008 vino al mundo una pequeña bella y saludable llamada Maddy.

Pero sólo veintisiete horas más tarde, Liz sufrió una embolia pulmonar y murió al instante, por lo que nunca pudo disfrutar de la hija que tanto había deseado. A pesar de todo, Matt nunca se rindió y optó por mirar hacia delante por el bien de su pequeña Maddy.

En su libro de memorias, Matt narra anécdotas graciosas de su noviazgo y su matrimonio con Liz; la dificultad que tuvo a la hora de sacar a su hija adelante; y el extraordinario apoyo que tuvo de determinados extraños que terminaron convirtiéndose en sus amigos. En honor al legado de Liz, la angustia se convirtió en consuelo.

Adaptación de las memorias de Matthew Logelin publicadas en 2011 bajo el subtítulo, "Una memoria de pérdida y amor".