La película gira en torno a una madre (Bello) que intenta recuperarse de las secuelas producidas por una violación, cosa que le resultará altamente difícil ya que tras el suceso todavía se sentirá intimidada por sus atacantes. Por otro lado un policía de buen corazón (Jackson) tendrá que protegerla, estando tanto a su lado como al de su hija (Breslin), una niña de 12 años que presenció el cruel acto.