Leo es un padre de familia que trabaja como fontanero para sacar adelante a su familia, con el recuerdo de su mujer Teresa, fallecida hace tiempo pero siempre presente. Su casa se vuelve un cúmulo de problemas al descubrir que su hijo Elia lleva tiempo escondiendo a una cigüeña en la escuela y que su hija adolescente tiene en la red un vídeo porno. Leo intentará salir de ese atolladero, y para hacerlo acude al despacho de un abogado, lugar donde conoce a Diana, una artista con una vida también compleja que busca un cambio de dirección