'Cenicienta': Cuéntalo otra vez, Kenneth
Érase una vez (más) en Berlín, un tropel de periodistas deambulaba, como si fueran almas en pena, por los pasillos de un palacio que estaba a punto de cerrar sus puertas. Las paredes del edificio estaban decoradas con los rostros de algunas de las más célebres y admiradas puntas de lanza del celuloide. Mandaba, por supuesto, una tradición nada ajena a la pompa...