'Upload' (T2) - Y con ganas de más
La segunda temporada de 'Upload' deja claro que se trata de una serie peculiar. Y muy complicada de confundir con otra. Una segunda que, como cabe suponer y, también esperar, es más de lo mismo, sea dicho para aquellos que como un servidor disfrutaron de la primera. No es tan cuadrada ni imaginativa, le cuesta reconectar y, como si llevásemos meses y meses sin correr, volver a pillarle el ritmo. Es lo que tienen las series con un sentido del humor tan cercano al ridículo. Tanto como lo está una premisa a la que hay que forzar para poder seguir mirando al más allá. Ya sea desde esta vida o la otra.
Personalmente, me gustan las series que se despliegan ante mis ojos mientras me pregunto hasta qué punto es una chorrada o no. Porque mientras me lo planteo, lo dicho, se siguen desplegando y ahí sigo yo, haciendo compañía y enganchado a la mejor virtud posible de cualquier producción audiovisual: la imprevisibilidad. Todo puede ser en 'Upload', serie parapetada en la ciencia-ficción que hace del gusto por los detalles imprevistos pero continuos un pequeño placer que paladear (entre medias de tanta tontería). Parapetada, y a la vez impulsada de una manera que no sea más que la suya propia.
Cómo en realidad tiene que ser toda (buena) comedia bajo su apariencia de servidor público: peculiar, particular y con su debida mala leche. Reconocible, con personalidad. No tiene por qué tratarse de perfección o de elegancia, sino de hacerse notar; en este caso, a través de una relativa inestabilidad que realza las bondades de un conjunto con unos cambios de tono y dirección no siempre bien ponderados. 'Upload' no destaca por la solidez de su discurso, sino por lo repentino e improbable del mismo. Por esos no tan pequeños ni tan furtivos hallazgos que irrumpen para pillarte con el pie cambiado o el culo torcido.
Por la inquietud de sus creadores, dispuestos a jugar con la idea (o la vida) que tienen entre manos y a no descartar ninguna posibilidad (aunque tampoco apuesten por nada). Desde la ligereza, lo excéntrico, lo absurdo y también, el respeto cómplice hacia un espectador, con un desarrollo que capítulo a capítulo modula un discurso aberrado de lo más estimulante en base a su aparentemente caótica, fortuita y cutrilla mezcla de bromas intelectuales, comedia física y gags absurdos. Bien podría ser una re-lectura futurista y en clave digital de 'The Good Place' si hubiera visto esta última como para poder afirmarlo.
En su segunda temporada 'Upload' se confirma como una serie extrañamente adictiva en su imperfecta y ecléctica apariencia de andar por casa, con un discurso un tanto 'friki' que funciona cuando no cuenta lo que necesitas oír pero te encanta escuchar. El porno de las comedias, que decía en su momento y, por qué no, lo vuelvo a decir ahora con morbosa simpatía. La que despierta aquello que ves porque esperas que descarrile en algún momento, porque parece inevitable. Sin embargo, una y otra vez, y a pesar sus tropiezos, de forma que no sabes si es por talento o casualidad, nunca se cae. Y te deja a medias.
Y con ganas de más.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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