'Un monstruo viene a verme' - Mi enemigo el gigante
Que la sutileza no es lo de Juan Antonio Bayona queda claro, muy claro y más que refrendado con la nada sutil 'Un monstruo viene a verme', cinta con la que este director español tan poco español le ha venido a pasar un poco lo mismo que al Guillermo del Toro post 'El laberinto del Fauno': Que la abundancia (a menudo innecesaria y superflua) de medios puestos a su disposición ha minado la efectividad de una historia resignada a lo ornamental, y puesta en evidencia por una aparente comodidad que tiende hacia el grueso conformismo de ese efectismo que busca el aplauso (y la lágrima) fácil, algo por otro lado ya presente en su segundo filme (de un total de tres contando el que nos ocupa).
Un niño con problemas en la escuela y una madre separada con un pie y medio en la tumba. Si es que así leído suena verdaderamente malicioso... tanto como para que los palos que se llevó a su paso por el Festival de San Sebastián fueran previsibles. Quién avisa no es un traidor, si bien eso no le libera de la culpa, faltaría.
Que Bayona entierre su película bajo una ingente cantidad de efectos visuales puede ser comprensible sobre el borrador elaborado por Patrick Ness, no tanto dentro de un filme que como en las malas producciones hollywoodienses parece poseído por dichos efectos especiales, hasta el punto de respirar al compás de los mismos mientras sus intérpretes quedan a expensas de una suma de reacciones. Ya desde su primera aparición el "monstruo" abraza su propia evidencia sin misterio alguno, alimentando aún más si cabe el debate sobre hasta qué punto una adaptación ha de ser exclava de su condición o ha de ser una libre interpretación adecuada al medio sobre el que se trabaja.
Porque en parte de eso se trata, de la falta de misterio de un relato que tan confiado está en poseer una mano ganadora que ni amaga con poner alguna carta boca abajo, no digamos ya de guardarse un as bajo la manga (que no sea un efecto digital) con el que sorprender al espectador menos adoctrinado, propenso para con el acoso y derribo mediático del grupo Mediaset. Como si unos (excelentes) efectos visuales se bastasen para servir de hilo argumental a la sucesión de momentos, de instantes, de rebabas que es este 'Un monstruo viene a verme'.
El problema principal de esta sucesión de momentos, de instantes, de rebabas es su obsesiva reincidencia sin anclaje intermedio que sirva como evasiva, o de distracción, así como su tozuda obcecación ya presente en 'Lo imposible' de convertir cada momento en algo así como una cumbre emocional. De apelar todo el rato a unas emociones que sin embargo no se ha molestado en modelar (como haría alguien como Clint Eastwood). O todo o nada, pura definición de crucigrama. Bayona va continuamente a por la yugular, pasando por encima de lo que haga falta... como si es por encima de su propia película indefensa a sus pies.
Una sobredosis de porno melodramático jalonado por un ents cuentacuentos que simplemente "pasaba por allí", y que anima a pensar en Bayona como una especie de Ken Loach adoptado por el drama familiar más conservador (e inoportunamente chisposo). Eso es 'Un monstruo viene a verme', cinta que por su naturaleza podría haber sido una estupenda película de animación en stop motion de por ejemplo LAIKA. Podría, como de hecho ya insinúan los fragmentos animados que acompañan las palabras de Liam Neeson, elección no del todo afortunada por culpa del encasillamiento actual del intérprete (en un detalle que, admito de buena gana, puedo asumir como una cuestión enteramente personal con poca relevancia).
Bayona ahoga una película que se somete a una causa kamikaze, todo ello arropado por un bonito envoltorio sin atisbo alguno de españolidad que no hace sino reflejar el relativo vacío al que envuelve... no obstante, y de ahí lo relativo, conviene dejar claro que de igual modo que un telefilme de Lifetime, la cinta provocará a buen seguro aquello que tiene que provocar a los que vayan en respuesta a dicha provocación. Al fin y al cabo hablamos de porno, género que subsiste de forma independiente a la buena o mala prensa que pueda tener por una razón: porque sirve y funciona para lo que sirve y funciona.
Otra cosa es que haya quien tenga el buen gusto de, como en 'Million Dollar Baby', desarrollar toda una película para dar fuerza a un tramo final que tumba hasta al más valiente, y otra que haya el que no tenga tantos escrúpulos a la hora de vivir de principio a fin dentro de ese tramo final como si aceptase, de facto, que este mundo no es de los valientes.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Spoiler
El otro apartado, el técnico, si que sorprende. Sin ninguna duda esta es la película española más espectacular que he visto. El monstruo tiene una calidad impepinable, un bicho a la altura de grandes producciones como 'Guardianes de la galaxia' o 'Jurassic World'. Y Bayona consigue refrescar poco a poco al espectador que busque algo más que la lágrima fácil con recursos inesperados. Cada aparición del monstruo revitaliza la película. Artísticamente es muy buena, y eso se ve claro al contemplar las historias que este último nos cuenta. Esto y la actuación del protagonista la salvan de la quema.
Un 5. 'Lo Imposible' no solo me hizo implicarme más, sino que como conjunto es mil veces mejor.
Tras acabarla, no sólo quedé encantado, sino que además, lejos de parecerme un film triste y que busque la lágrima fácil, me parece una historia positiva y motivadora. Además de mezclar temas sociales duros y de actualidad constante como el cáncer o el bulling, nos obsequia con reflexiones y moralejas inteligentes, diferentes a lo habitual, un viaje al mundo real donde los malos no son tan malos, ni los buenos tan buenos y que todos tenemos un monstruo interior capaz de despertar y transformarnos si le abrimos paso. Además de ello, nos lleva a un mundo de fantasía con buenas fábulas contadas desde la exquisitez visual. El apartado técnico es impecable en general más allá de esos momentos, el niño protagonista se come la pantalla y en general nos traslada una historia cargada de imaginación, sobre seguir adelante ante la adversidad y no perderte en el camino.
Nota: 7'5
Spoiler
Aún así, el ambiente visual y los efectos especiales ayudan bastante y la historia no está del todo mal, aunque tiene errores.
PD: ¿Sigourney Weaver nominada al Goya cuando va con el piloto automático en casi toda la película?
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