'Los cinco diablos' - Uno, dos, tres, cuatro y cinco
"Los cinco diablos" es el nombre de la piscina en la que trabaja "la de 'La vida de Adèle'" en este comedido y correcto, correctísimo melodrama francés que se vale de un subterfugio fantástico para "desenredar" una trama de por sí poco enredada. Una trama que no termina de levantar el vuelo ni tampoco se adentra por terreno inexplorado o peligroso.
Un acomodado misterio de clase media que no lo es tanto, telegrafiado de forma tan evidente que incluso molestan las puntadas sin hilo que acompañan su frío desarrollo. Más aún, vista la seriedad y gravedad con la que Léa Mysius lo envuelve todo, en un falso filme de género que se siente llamado a ser importante pero que se muestra reprimido por castigo.
La película, siempre dentro de los cauces previstos, tanto a nivel narrativo como argumental, carece de algún elemento desestabilizar al margen de la sensual y solvente presencia de Adèle Exarchopoulos. Un concepto atractivo sobre plano que se ha trasladado a la realidad de manera rutinaria y conservadora, y con tanta profesionalidad como tan poca pasión.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex