Una producción muy correcta cuya propia corrección hace que la presencia de Johnny Depp sea, a la postre, lo único que perdurará en la memoria. Aunque no por su inapetente labor delante de las cámaras. 'Jeanne Du Barry' es un drama de época que cumple, entiéndase eso de manera dual. Es lo suficientemente buena como para no ser ninguna pérdida de tiempo, pero no lo suficientemente buena como para que merezca la pena perder el tiempo recordándola.

Y eso que la presencia de Maïwenn, más que la de Depp le aporta algo... algo de chispa a este nuevo acercamiento clásico y respetuoso a los estándares del drama histórico con tintes académicos. Un acercamiento demasiado respetuoso, y encorsetado, víctima de una pomposidad que carece de personalidad, química, valentía, energía o pasión. Una pomposidad atractiva visualmente pero incapaz de proyectar su aparente y pretendido romanticismo épico y trágico.

A 'Jeanne Du Barry' le falta en una palabra, fuerza. La que podría aportar una historia, una actuación o una puesta en escena que se saliera del molde. Sin embargo, se queda estancada en la apariencia, bonita y relamida de una producción de prestigio tirando a convencional, evidente y acomodada que adopta las maneras de la ambición pero que carece del fondo, la personalidad o el alma necesarios para que la retórica no choque contra su insípida corrección.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex