'Dos chicas a la fuga' - Ok, boomer
El chiste se cuenta solo. Si tuviéramos que apostarnos algo, diríamos que el hermano Coen con talento es Joel y no Ethan. Eso, al menos, lo parece desprenderse a bote pronto de sus respectivos filmes en solitario, la notable versión de 'Macbeth' del primero y esta 'Dos chicas a la fuga' del segundo, una película con aroma y presencia a desastre en la que siendo generosos, no funciona prácticamente nada.
Mientras que la de Joel parece claro que respondía a algún tipo de clara inquietud personal, la de Ethan parece una argucia poco inspirada, y aún menos trabajada para evitar la jubilación que la aparente deserción de su hermano le estaba invitando a tomar. Como si no le hubiera quedado más remedio que hacer una película para poder pagar el alquiler y seguir haciendo tres comidas al día, como aquel que dice.
Aunque eso suponga ponerse en evidencia...
Definida como una comedia "sexploitation" inspirada en Russ Meyer, 'Dos chicas a la fuga' adopta la forma de una versión Alfa muy temprana que no ha sido revisada, ya sea por falta de ganas, talento o dinero. Una versión que Ethan bien pudo escribir en una tarde muerta de los 90 y que ahora ha filmado tal cual, intentando emular la inmadurez del borrador y de la propia historia de una manera ridículamente "ok, boomer".
Y quien dice inmadurez puede decir dejadez de manera igual de sonrojante. Parece mentira que alguien con la experiencia de Ethan firme una obra de una torpeza tan novel. Como si hubiese sido Joel el que estuviese haciendo casi todo el trabajo... hasta ahora. Hasta esta 'Dos chicas a la fuga' tan irritante y obtusamente fallida cuya noción de irreverencia pasa por meter la palabra "lesbiana" en todas las escenas.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex