'Mutafukaz' - A esto venimos a Sitges, madafuckers
A menudo lo mejor y/o lo más oportuno para todos, incluido para uno mismo, es hacer hincapié en las cosas buenas. De hecho, si algo aprendimos de los Monty Python, además de que los romanos no hicieron nada por nosotros, es que lo suyo sería siempre mirar el lado brillante de la vida. A pesar de todo. A pesar de tener un palo metido por el c...
A pesar de todo, a pesar de los pesares. Y a pesar sobre todo de su tremenda irregularidad. Pero es que 'Mutafukaz' mola, y además mola que a uno le mole. Porque ante todo es de esas películas que ante nuestros ojos se dividen entre lo "de molar" y lo de "no molar". Una arrolladora y/o atropellada cinta de animación independiente para adultos, por si de nuevo hay que decirlo. Su ambición, molar. Su logro, molar. Mayormente, y en una medida más que razonable.
No importa que sea algo irregular, se muestre algo contenida o se mueva a espasmos de raíces epilépticas, lo que evidencia en gran medida su imperfección como bola de demolición. O tal vez si que importa, si bien sus constantes arranques de genio no sólo compensan, también deja un muy buen sabor sociofestivo aliñado por su encantadora animación que define, a la perfección, el significado de la expresión "a esto venimos a Sitges, madafuckers".
No es que lo suyo sea mirar el lado brillante de la vida; es que a menudo, como es el caso, el lado brillante es capaz de ensombrecer al lado menos brillante.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
[tt]A pesar de todo, a pesar de los pesares. Y a pesar sobre todo de su tremenda irregularidad. Pero es que 'Mutafukaz' mola, y además mola que a uno le mole. Porque ante todo es de esas películas que ante nuestros ojos se dividen entre lo "de molar" y lo de "no molar". Una arrolladora y/o atropellada cinta de animación independiente para adultos, por si de nuevo hay que decirlo. Su ambición, molar. Su logro, molar. Mayormente, y en una medida más que razonable.
No importa que sea algo irregular, se muestre algo contenida o se mueva a espasmos de raíces epilépticas, lo que evidencia en gran medida su imperfección como bola de demolición. O tal vez si que importa, si bien sus constantes arranques de genio no sólo compensan, también deja un muy buen sabor sociofestivo aliñado por su encantadora animación que define, a la perfección, el significado de la expresión "a esto venimos a Sitges, madafuckers".
No es que lo suyo sea mirar el lado brillante de la vida; es que a menudo, como es el caso, el lado brillante es capaz de ensombrecer al lado menos brillante.[/tt]
Nota: 7.0