'Carnival Row' (T2) - Una fantasía (olvidada) de este mundo
En esencia, 'Carnival Row' es un thriller de suspense ambientado en la época victoriana donde los humanos del escalafón más sufrido de la sociedad han sido sustituidos por criaturas fantásticas. Una producción del estilo a a lo que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en Jack el Destripador, para entendernos, sólo que con monstruos de fondo... como corresponde, también en nuestras cabezas, a una historia concebida inicialmente con la idea de que fuera dirigida por Guillermo del Toro.
Es un detalle, y como tal aporta lo suyo, en busca de un valor diferencial que sin embargo no acaba teniendo tanto peso como debiera. En realidad con 'Carnival Row' pasa lo mismo que con muchas de las replicas surgidas a la vera de algún gran éxito que intentan emular, más si cabe en un mundo en el que las plataformas de streaming nos ahogan con más horas de contenido de las que un humano puede abarcar en toda su puñetera vida: todo es tan bonito como un sueño que parece que ya hemos tenido.
Y así podría seguir, copiando tal cual mi crítica de la primera temporada. No ha cambiado mucho en esta segunda que consta de dos episodios más que la primera. Sigue siendo una producción muy correcta, tanto como esas producciones "de estudio" que han pasado por tantas manos que si fueran patatas serían unas Pringles. Le falta intensidad, contundencia, personalidad. Le falta soltarse y/o desmelenarse, algo que realmente marque la diferencia, o profundizar algo más en su mundo de fantasía.
Que cuando algo de ella provoque un pico de atención sea para bien, y no por romper la aparente inercia predominante con la torpeza conservadora y poco resolutiva de quien se cree (pero no es) de clase alta.
Su acabado es inmaculado, dignísimo de una producción que es evidente ha contado con una cantidad de medios y dinero (muy) por encima de la media. En general, todo en 'Carnival Row' es rematadamente inmaculado, pero, y he aquí la clave, para nada asombroso o impactante. Puede que sea su falta de valentía, puede que sea su contención. O puede que al igual que tantas otras al final, tanto su historia, su mundo y sus personajes parezcan una excusa para un correcalles equivalente a marear la perdiz.
Y así a lo largo de otros diez episodios durante los que sus posibles fortalezas están demasiado expuestas a unas debilidades, a menudo digitales, que poco a poco, minuto a minuto, les van ganando la tostada.
Porque, en resumen, no se siente auténtica y/o honesta ni en lo dramático, ni en lo social, ni en lo político. La ambición en el caso de 'Carnival Row' es una fachada tan competente como al mismo tiempo conveniente. Es... como un paseo por una lujosa pero tosca atracción de feria navideña, un riesgo demasiado controlado como para resultar verdaderamente intimidante o estimulante. Se deja ver; es competente, cumplidora. Pero no es más que una fantasía carnavalesca de otro mundo destinada a ser olvidada en este.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex