'Bajo el mismo techo' - Y eso ahí ya, pues oye, que ni tan mal
Me sorprendo a mí mismo al descubrir que pienso lo mismo de 'Bajo el mismo techo' que de 'Embarazados', la anterior película de Juana Macías. Hasta el punto de que he estado muy tentado de copiar el texto que escribí sobre ella en aquel entonces y cambiar sólo los nombres. Tan tentado como para que al final me haya servido al menos de inspiración para este otro texto supongo que más bien poco inspirado. La ocasión tampoco se merece mucho más, la verdad.
Supongo que ya lo habré contado alguna vez, como por ejemplo cuando hablé de 'Embarazados'... valorar cualquier obra con un "interesante" mientras haces un gesto como el de "la tripita llena" a lo Joey Tribbiani supone, en la mayoría de los casos, puede que en alguno más, lo mismo que suponía aquel gesto que Monica Geller "le robaba" en un momento dado: Un subterfugio. Una forma elegante de decir "ni contigo ni sin ti" evitando herir la sensibilidad de algún ingenuo.
Para entendernos, 'Bajo el mismo techo' es un filme "interesante" protagonizado por un par de actores "simpáticos", que es otra manera de decir que "ni contigo ni sin ti" pero que gracias a los actores, mayormente, como que lo dejamos correr, y en paz. Algo así como ya lo era 'Embarazados', casualidad o no, la anterior película de Juana Macías que al igual que la siguiente, que es la que ahora nos ocupa, se sitúa en un extraño pero curioso lugar intermedio.
Si esto fuera Hollywood, lo tendríamos claro: Es un filme al que se le ha tratado de insuflar un valor comercial. Siendo que hablamos de una película española a estrenar el fin de semana de los Goya, podemos decir exactamente lo mismo. En ambos casos el resultado no desmerece, aunque se suscriba al desconcierto, de no saber hasta qué punto, esta evidente versión española de 'La guerra de los Rose' se ve beneficiada o perjudicada por tan clara referencia.
Así van pasando los minutos sin mucha chichá ni limoná, uno tras otro; lo importante, que van pasando los minutos con cierta curiosidad por nuestra parte. Pues porque no es ni chichá ni limoná, es otra cosa... que no es especialmente divertida, pero tampoco particularmente molesta. Está claro que no es 'La guerra de los Rose' y que Juana Macías no tiene ni media de la mala leche de Danny DeVito. Pero ahí estamos, llegando al minuto 90 sin necesidad de pedir la hora.
Si el principal valor de 'Embarazados' era su propia paradoja, copio y pego, también lo es de 'Bajo el mismo techo', un filme con problemas de tono que no acaba de encontrar su personalidad. ¿O era al revés? Esa paradoja es lo que posibilita esa pizca de condescendencia necesaria de cara a un visionado curioso, distraído y hasta cierto punto, tan simpático como el de las películas de Adam Sandler que admiten también ser catalogadas como comedias.
Y eso ahí ya, pues oye, que ni tan mal.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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