Ganar y conservar el beneplácito del público es una tarea que solo se consigue cuando tu trabajo es bueno, aunque no todo posea la misma calidad. A veces es conveniente dar dos pasos hacia atrás y aprender durante el camino para conseguir el resultado que uno busca. Woody Allen lleva tantas películas a sus espaldas que sabes que si la actual no es de las mejores, quizás la siguiente sea la buena. “A Roma con amor” es la historia de un grupo de personas y de cómo el amor, el engaño o el éxito influyen en cada una de ellas. Una obra coral que en una ciudad, Italia, donde todo puede ocurrir.Las historias se entrecruzan y los rostros conocidos acaparan la pantalla. Woody repite actores y trabaja con algunos nuevos, pero todos saben quién manda. Hay que tener mano dura y llevar muchos años en el negocio para tratar con tanta “star” junta, pero si Woody se marca un objetivo con una película, luchará hasta conseguirlo. “A Roma…” convence a base de bromas, frases inteligentes escritas del puño y letra del genial Woody y escenas inimaginables que sólo él puede conseguir rodar sin caer en el absurdo. Pero nada sería posible sin una dirección tajante y debe dar gusto trabajar con Woody porque muchos repiten.
Penélope Cruz, que trabaja por segunda vez con el director neoyorkino, interpreta a Anna, una prostituta que por error acaba convirtiéndose por un día en la mujer de un joven recién casado cuya mujer real se ha perdido por las calles de Roma. Alec Baldwin es un famoso arquitecto que vuelve a Italia de visita y se convertirá en la voz de la conciencia de Jack (Jesse Eisenberg) y Monica (Ellen Page). Jack mantiene una relación con Sally (Greta Gerwig), pero se enamorará de la alocada y sexy amiga de Sally, Mónica. Es importante tener en cuenta que, aunque sea una obra coral, el peso de la película recae sobre actores contados y una de ellos es Ellen Page (“Juno”). Desprende cierto arrojo interpretativo que ya quisieran tener muchas actrices más mayores que ella.
Roberto Benigni interpreta a un padre de familia, Leopoldo, de clase media, que de la noche a la mañana pase a ser famoso y a salir en todos los programas de televisión. De la misma manera, los medios de comunicación se olvidan de él para cazar a su próxima víctima. Una denuncia fácil y divertida sobre los mass media actuales. Y como no hablar de Woody, quien no se ponía delante y detrás de una cámara desde “Scoop”. En “A Roma con amor” interpreta a Jerry, un estadounidense especialista en música clásica ya jubilado que visita a su hija para conocer a la familia de su futuro yerno.
Mezclas de culturas y de actores con un único escenario, Roma y con una canción de apertura que llama a soñar y dejarse llevar. “Volare….” A fin de cuentas, son las historias las que deben llevarnos a disfrutar de la película, empeño que consigue aunque a veces pueda resultar más placentero ver a unos personajes que a otros.
Woody está enamorado de Europa, por eso la mayoría de sus últimas películas las ha rodado en Barcelona, París o Londres. Sorolla sabía retratar una luz natural tan real como ninguno otro lo ha hecho. Woody es capaz de filmar con mimo los rincones de las ciudades de las que se enamora y consigue que escenario, actores e historia sean solo uno. Que todos los detalles se conviertan en uno solo capaz de sentar al espectador en la butaca de un cine y disfrutar. Pocos quedan en la era digital.
Nota:
6
Por Rocío Campos
Pues yo la he visto justamente ayer, en VO por supuesto como las veo todas (menos las españolas), y he de decir que es de las mejores de Woody Allen de las últimas 5 películas. La recomiendo, hay historias mejores y historias peores, pero las divertidas lo son. Penélope Cruz, moleste a quien moleste, lo hace fenomenal.
No os la perdáis, es mi consejo.
Un saludo.
Tras el éxito y reconocimiento recibido por Midnight in Paris, Woody Allen sigue su ruta por Europa que esta vez lo lleva a Roma, donde "patrocinado por el ministerio de turismo" nos ofrece el esperado recorrido por sus calles, su gente, su música, etc. En esta ocasión nos cuenta 4 historias independientes entre si, en las que como practicamente siempre, se adentra en los lodos de las relaciones amorosas, un terreno que maneja como nadie.
- TDS PTS: Con el ya famoso término resumiríamos la primera de ellas. Una pareja recién casada va a Roma a buscar trabajo para él y prosperidad para los dos. Le esperan unos familiares acomodados en la nobleza y el snobismo para introducirles en la alta sociedad y darle a él un empleo bien remunerado. En esta historia vemos al Woody al que le encantan los enredos amorosos llevados al límite y las historias de infidelidades. Penélope Cruz está genial en el papel de prostituta que aparece por error en la vida del marido y lo tienta a la vez que la mujer de este, perdida por la ciudad, conoce al actor de sus sueños y se debate en un gran dilema moral. Lástima que esté rematada con más libertinaje que con la coherencia de los personajes y sus motivaciones hasta el momento.
- Chico conoce chica, suegros conocen consuegros: Una de las que más me han gustado y más porque el propio director participa en ella. Una chica viaja a Roma de vacaciones y preguntando por una plaza conoce al hombre de sus sueños. En poco tiempo se han prometido y su familia viaja hasta la ciudad italiana para conocer a la familia de él. El suegro de la chica tiene una voz espectacular aunque la familia no quiere sacarle provecho y su padre, productor musical jubilado insistirá en ello aunque parece que solo sea capaz de cantar en la ducha. Un final predecible pero en general la historia resulta fresca y divertida, con diálogos ingeniosos y batallas dialécticas familiares con mucho sarcasmo y consiguiendo en algún momento la carcajada.
- La fama es algo tan efímero: Roberto Benigni es un tipo corriente, uno más de la ciudad. De repente y sin saber por qué, todo el mundo se interesa por su vida, desde que desayuna hasta como se afeita. Todo lo que hace es tendencia, le llaman para todos los programas de televisión y le persiguen paparazzis. Una genial y original sátira sobre la fama con tildes surrealistas y reflexiones interesantes. Seguramente en conjunto aunque sea la más simple, es la mejor historia de todas.
- La locura dijo a la razón: Jesse Eisenberg, estudiante de arquitectura, vive felizmente con su novia. A estos los visita Ellen Page, que hace el papel de la mejor amiga de ella, considerada por todos un torbellino sexual, que sin ser un portento fisicamente, tiene algo que enamora. Asistimos al eterno debate de contentarse con lo que uno tiene, disfrutar de la estabilidad y ser feliz o dejarse arrastrar por la pasión irracional de un deseo tan incomprensible como incontrolable. Historia con el especial aliciente del personaje de Alec Baldwin, alguien que desde el principio nos dan pistas de quien es aunque no lo dicen directamente. Hará las veces de pepito grillo y a la vez de espectador que se mete en la película, la pausa y dialoga con los personajes sobre lo que dicen y lo que realmente están pensando. Como pasa en alguna que otra historia y está presente en cada película del maestro Allen, sus mujeres son inestables, impulsivas y pasionales y los hombres son más simples y bobos, que no por ello angelitos. Una forma de plasmar a los dos sexos para mi bastante ajustada a la realidad aunque muchas veces sus personajes rocen o se adentren directamente en el histrionismo.
En resumen: notables personajes, buenos y en ocasiones geniales diálogos y un aura de frescura e ingenio que acompaña, aunque sea de forma irregular, a la película. Su mayor defecto y lo que la priva de ser una obra mayor, es que por un lado abarca más historias de las que puede, repitiendo además conceptos ya plasmados en alguna de las otras y por otro que esto hace que no tenga tiempo para rematarlas como debiera y la mayoría de ellas pecan de tener un cierre apresurado y frío, no cargándose pero si empañado, las buenas sensaciones que te estaba transmitiendo con ellas hasta el momento. Aún así, con el paso de las horas, en el recuerdo mejora y pesa más las virtudes que los defectos en un film cuanto menos interesante y que va mucho más allá del simple o vacuo entretenimiento.
Nota: 6'5
P.D. Obligadísimo visionado en V.O. Tras la escabechina que hicieron en Vicky Cristina Barcelona con el doblaje, no me quiero ni imaginar lo que puede haber pasado con esta. Si en aquella habían batallas dialécticas que unos hablaban en inglés, otros en castellano, discutían sobre ello y en la versión doblada era todo en castellano inventándose los diálogos, es esta no quiero ni pensarlo. Una película donde conviven los diálogos en inglés con otros en italiano y que en la versión doblada seguro que está todo en castellano (parece que cueste poner subtítulos o asustan a la gente) poniéndoles diferentes acentos y seguro que inventándose alguna que otra escena dada la imposibilidad de que quede coherente si lo traducen literal.
Hola,
De acuerdo, quedamos a la espera, pero no tarden en verla porque está muy bien.
Un saludo.
Si te gusta Woody Allen, como es mi caso, no te lo vas a llegar a pasar mal, pero vas a ver la peli con una medio sonrisilla que muy pocas veces se transforma en risa de verdad, en carcajada. Ha intentado abarcar muchas historias pequeñas a la vez y le ha quedado un poco inacabado e inconsistente todo, a la peli le falta PESO, le falta un argumento sólido y no ser una sucesión de anecdotas. De las historias que cuenta:
-La más divertida me ha parecido la suya con el cantante de ópera, muy divertida, la que más risas me arrancó. Sin embargo la pareja joven está mal elegida, no tiene carisma alguno y eso que tenían terreno para hacer algo más (el choque de culturas, las peleas entre los suegros...).
-La del arquitecto joven es la misma historia de Allen de siempre: dudas en la pareja, cuernos, etc. Penelope Cruz está HORRENDA fisicamente, basta, chabacana (y no, no es porque se quiera buscar eso por hacer de prostituta, hablo de otra cosa). Pechos caídos, michelines, pelo quemado... bufff, me ha impresionado por lo negativo
-La de Roberto Benigni te cuesta entrar, pero en cuanto ves que es una crítica a los paparazzi y la prensa actual, en cuanto la comprendes, te lo pasas algo mejor. Pero no deja de ser una historieta de tintes absurdos.
En definitiva, una peli que se puede ver pero que deja dudas, si la unes a sus otras pelis en Paris y Barcelona, si a este maestro no se le estará secando ya la inspiración y anda dando tumbos por Europa porque es donde le financian las pelis como el quiere (con estrellas) a base de hacer campañas publicitarias de las ciudades.
Un 6 pelao.