Jenny era cuatro años mayor que yo. Ella era una de las mayores de un grupo de ocho primos en nuestra rama de la familia extendida que estaban hacinados en un grupo de cuatro años. Yo era el más joven del grupo. Tenía vagos recuerdos de haber visto a Jenny un par de veces cuando ella era solo una niña y yo todavía era un niño pequeño.
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Mi primer recuerdo sólido y distinto de ella fue de una reunión familiar cuando tenía diez años y todos los primos estaban allí. Como el más joven por al menos dos años, fui excluido o molestado todo el tiempo. El peor delincuente fue mi propio hermano, Howie, que era el mayor del grupo y el cabecilla indiscutible. Bueno, sin cuestionarme excepto por Jenny, quien se compadeció de mí e hizo un esfuerzo por incluirme y ser amable. Incluso tuvo una discusión al respecto con Howie en un momento, y se mostró feroz. Ella logró que él me tratara un poco mejor, y ella era la Mujer Maravilla en mis ojos.

Avance rápido a la próxima reunión familiar, con el pequeño Jake a los trece años. En ese momento, era mayor y más sabio y probablemente un poco más capaz de defenderme y pasar el rato con los niños grandes, excepto ...
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Excepto que la hermosa prima Jenny apareció con su nuevo cuerpo de mujer. Jenny a los diecisiete años ya era una diosa. Estaba empezando a notar a las chicas y mierda, ¿me di cuenta de ella? Yo era un desastre tartamudeante y sonrojado. Howie y todos los demás no pudieron evitar notar que me había dado cuenta, y fueron despiadados. Se burlaron de mí, se burlaron de mí y me atormentaron como nunca en mi vida.

Pasé todo el fin de semana escondiéndome y deseando estar muerta. Estaba desesperadamente enamorado, estaba humillado, sentía que el mundo entero se reía de mí. La vida no podría ser peor. Hasta que Jenny, entendiendo claramente el problema, me localizó y me habló y dijo todas las cosas correctas y, aunque fue horrible y doloroso, de alguna manera me ayudó a pasar el fin de semana.

Adelante cuatro años. Jake, a los diecisiete años, era un esbelto pero musculoso 6'2 "con un trofeo en mi estante que decía CAMPEONES ESTATALES DE WATER POLO. Al entrar en la reunión familiar, ya no me preocupaba que me molestaran.

Pero estaba preocupado por Jenny. La estudiante de tercer año de la universidad había "salido del armario" recientemente como lesbiana. Sus padres infelices, en lugar de mantenerlo en casa, habían hablado con algunos otros parientes, y se lo dijeron a otros, y ahora toda la familia extendida lo sabía. Así que ahora parecía que la saga de Jenny sería el mayor escándalo en la reunión.

Mis padres, que eran un poco más abiertos e ilustrados que los de Jenny, o la mayoría de nuestros parientes, me llevaron a un lado un par de días antes de la reunión. Después de que mi padre tropezó con un intento horriblemente incómodo de explicarme el lesbianismo, y después de escuchar mi seguridad de que sabía lo que era, fui al grano.

"Sólo sé amable", dijo. "No le digas una mierda. Si no tienes nada bueno que decirle, mantén la trampa cerrada".
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"No necesitas preocuparte por mí", le dije. "Quizás quieras hablar con Howie." Papá puso los ojos en blanco. En ese momento, el sabio Howie era un rey de la fraternidad en una gran universidad del sureste y se podía contar con él como un idiota de primera clase en la mayoría de las situaciones.

"Si tu hermano dice algo fuera de lugar", dijo mi padre, "házmelo saber".

Jenny tenía conexiones de viaje difíciles y fue una de las últimas en llegar la noche del primer día de la reunión. La abuela, una fanática de la vieja escuela, se empeñó en ignorarla. Las tías y los tíos, en su mayor parte, eran educados pero fríos. Cousins ​​la rechazó y se rió disimuladamente a sus espaldas. Ella estaba poniendo una fachada valiente, pero a veces podía ver el dolor en sus ojos.

Me dolía el corazón por ella. Quería ser quien fuera hacia ella, abrazarla y decirle que la familia todavía la amaba, incluso si estaban siendo psicóticamente raros al respecto. Quería, pero no pude. La última vez que la vi fue cuatro años antes, durante la fase de aplastamiento, y mirarla ahora me arrastró a ese momento. Descubrí que todavía tenía miedo de acercarme a ella. O tal vez simplemente tenía miedo de ser ridiculizado nuevamente por Howie y la pandilla.

En la mañana del segundo día, un grupo de primos estábamos sentados en el sótano de la abuela, disparando a la mierda. Disfrutaba de no ser la pequeña etiqueta más. A estas alturas yo era el más alto, incluso dos centímetros más allá de Howie. Yo era el atleta más exitoso de la familia extendida y había desarrollado algo de arrogancia y confianza. A excepción de Howie, los primos mayores ahora me trataban con deferencia.

De repente, apareció Jenny. Recuerdo lo hermosa que se veía con unos lindos pantalones cortos de mezclilla y una camiseta sin mangas rosa, sus piernas largas y hermosas.

Hermoso sí; a mis ojos, probablemente la chica más hermosa del mundo. Pero también triste, ansioso y dolorido. Seguramente mis primos lo verían y le abrirían los brazos y el corazón.

"Hola chicos", dijo con forzada alegría. Admiré su coraje. Hubo un par de gruñidos en respuesta, y luego todos se callaron, esperando como siempre seguir el ejemplo de Howie. Estaba de pie, apoyado contra una pared, mientras Howie y mo