Según informa The Hollywood Reporter, la ganadora del Oscar Natalie Portman ('Cisne negro') ha decidido abandonar su labor de protagonista y productora ejecutiva de la adaptación cinematográfica de 'The Days of Abandonment' (Los días del abandono), novela de 2002 de la autora italiana Elena Ferrante que recibió la unánime aclamación de crítica y público.

Tras la salida de la actriz debido a "motivos personales imprevistos", HBO Films ha decidido no seguir adelante con el proyecto que estaba previsto comenzara su rodaje de manera inminente en Sydney, Australia.

"Debido a razones personales imprevistas, Natalie Portman se retiró de The Days of Abandonment de HBO Films antes del inicio de la filmación. Desafortunadamente, la producción no avanzará", dijeron representantes de HBO en un comunicado. "Lamentamos mucho no poder llevar esta hermosa historia a la pantalla con nuestro talentoso guionista, director y elenco. Enviamos nuestro más sincero agradecimiento a nuestro elenco, productores y equipo por toda su pasión y arduo trabajo".

La adaptación, ya cancelada, iba a ser escrita y dirigida por Maggie Betts, a su vez productora ejecutiva. Maven Screen Media, compañía que anteriormente trabajó en el debut como directora de largometrajes de Betts, 'Novitiate', iba a producir el film, con Sophia Mas de MountainA, Celine Rattray y Trudie Styler de Maven Screen Media, Len Amato de Crash&Salvage, Domenico Procacci de Fandango y Maria Zuckerman como productores ejecutivos.

Una tarde tranquila, mientras recogen la mesa después de comer y los niños juegan en la habitación contigua, Mario anuncia a Olga que la deja. Así, de repente, sin explicación alguna, sin decir adónde va ni despedirse de sus hijos, Mario se marcha con un silencio humillante y profundamente doloroso para Olga, poniendo fin a casi veinte años de matrimonio. De pronto, acosada por los fantasmas de su infancia, Olga ve cómo se derrumba el escenario en el cual transcurría su existencia. En su obligada soledad, en un Turín tórrido y vacío a causa de las vacaciones, apenas puede asumir las responsabilidades cotidianas, hasta que, finalmente, un día aciago en el que la razón amenaza con abandonarla, todo estalla y su mundo se convierte en una espantosa pesadilla de la que cree no poder despertar. El descenso de Olga en los abismos de su infierno interior está narrado con un pulso tan intenso como firme, sin vacilaciones, con una voz desposeída de sentimentalismo y falso pudor.