Paulinita es una niña rica que aparentemente tiene todo, pero le falta lo principal… el amor de sus padres. Su tío Manuel, aprovechando la falta de atención a la niña, abusa de Paulinita y la somete para que no les diga nada a sus papás. Cuando Paulina se casa y su hija alcanza la edad que ella tenía cuando la violaron, esos recuerdos regresan. Paulina no le confiesa nada a René, su esposo, quien no puede entender qué es lo que le está pasando, ya que de ser una persona sensata y con un hogar estable, pasa a ser una alcohólica y apática.

La anterior es la sinopsis de Secretos de familia (México, 2009), un drama corrosivo de 95 minutos en el que participan Manuel Ojeda, Vanesa Ciangherotti, Fernando Carrillo, Ramiro Huerta, Diana Golden, David Otrosky, Diana Golden, y las niñas Estefanía y Alondra; y de la cual no se puede esperar más que un intenso capítulo telenovelesco, o un seriado de la vida real. Sólo dos nombres bastan para darnos cuenta de ello. El primero de ellos el de la productora que es Armagedon Films, y si este nombre dice mucho, el de Paco del Toro bastará; quien en esta ocasión como muchas otras funge no sólo como director sino también como guionista.

Recordado por ejemplos fílmicos tan difíciles de olvidar -para quienes tuvieron la osadía de verlos- como Punto y aparte; Cicatrices; y La Santa Muerte; entre muchos videhomes más. La cuestión con Paco del Toro, es que tiene un compromiso particular con el financiamiento de sus cintas, capital que proviene de la Iglesia Cristiana, y no es que esté limitado, sino que a leguas se denota el mensaje aleccionador por demás contundente y muy obvio que hace que el ejercicio se vea más por encargo que otra cosa. Justo cómo se podría ver y recomendar, más por encargo que por otra cosa.