La vida loca
por angel_negrete 02 de octubre de 2010
Con mínimas copias (11 probablemente), se estrena con demasiado retraso el documental La vida loca (México/España/Francia-2008) primer trabajo documental para cine del cinefotógrafo francoespañol Christian Poveda quien antes había realizado ya dos documentales para televisión. La producción de este dramático trabajo de 90 minutos corrió a cargo de Aquelarre Servicios Cinematográficos, El Caimán, y La Femme Endormie.
Durante casi un año y medio, el director Christian Poveda se infiltra en una de las llamadas maras salvadoreñas, pandillas que se enfrentan entre sí con gran violencia, integradas por jóvenes tatuados de la cabeza a los pies que se dedican principalmente a la extorsión, al robo y al tráfico de drogas. En la colonia La Campanera, en Soyapango. La vida loca, filmada con cámara al hombro, recoge la cotidianidad de miembros de una de las principales agrupaciones pandilleras de El Salvador, La Mara 18, que se caracteriza por tener su propio lenguaje, tatuajes, códigos y elevados niveles de agresividad, violencia y criminalidad.
Este filme ha participado en una gran variedad de festivales mundiales y se ha considerado como un buen documental, sin embargo, este documental alcanzó notoriedad por lo cruento de una historia que parece haber salido del mismo filme, pues Poveda, de 52 años, fue asesinado a tiros en 2009 presuntamente por miembros de la pandilla Mara 18, sobre la cual centró el rodaje del documental. Tan violenta la realidad del director como lo contado en el documental, en cuyo rodaje, Poveda fue testigo de siete homicidios. No es sin duda el mejor documental, pero si transmite en su segunda parte emociones encontradas.
Durante casi un año y medio, el director Christian Poveda se infiltra en una de las llamadas maras salvadoreñas, pandillas que se enfrentan entre sí con gran violencia, integradas por jóvenes tatuados de la cabeza a los pies que se dedican principalmente a la extorsión, al robo y al tráfico de drogas. En la colonia La Campanera, en Soyapango. La vida loca, filmada con cámara al hombro, recoge la cotidianidad de miembros de una de las principales agrupaciones pandilleras de El Salvador, La Mara 18, que se caracteriza por tener su propio lenguaje, tatuajes, códigos y elevados niveles de agresividad, violencia y criminalidad.
Este filme ha participado en una gran variedad de festivales mundiales y se ha considerado como un buen documental, sin embargo, este documental alcanzó notoriedad por lo cruento de una historia que parece haber salido del mismo filme, pues Poveda, de 52 años, fue asesinado a tiros en 2009 presuntamente por miembros de la pandilla Mara 18, sobre la cual centró el rodaje del documental. Tan violenta la realidad del director como lo contado en el documental, en cuyo rodaje, Poveda fue testigo de siete homicidios. No es sin duda el mejor documental, pero si transmite en su segunda parte emociones encontradas.