Matías Meyer no es un director convencional, y de ello da muestra su cine; pero sus cintas no son tampoco convencionales y de ello da muestra Meyer. Esa simbiosis experimental se muestra en cada uno de sus trabajos; si no tanto en sus cortometrajes (El pasajero; Verde); sí en sus largometrajes en el terreno documental (Moros y cristianos) como en el de ficción (Wadley); incluyendo la que ahora nos ocupa, El calambre (México/Francia-2009).

Este drama de 92 minutos producido por Axolote Cine, Una Comunion, Bambú Audiovisual y Kidam, cuenta con guión del mismo Meyer haciendo una adaptación del cuento del Nobel Gao Xingjian, ubicándolo sobre la costa mexicana del Pacífico. Se trata de un largometraje de ficción con tono documental en el cual Julien, un joven comediante francés, desembarca en una comunidad de pescadores en Chacahua, México. Su búsqueda espiritual, enmarcada por deslumbrantes escenarios naturales, apenas disimula su fracaso social. Es un ser a la deriva en un mundo que le es totalmente ajeno. Entonces conoce a Pablo, un pescador local que lo guiará hacia su cura espiritual.

De nueva cuenta, Meyer hace espacio en su cinta para enmarcar a la naturaleza como medio en el cual se desenvuelven los protagonistas, tomando igual y vital importancia. Para ello es ayudado con la fotografía de Gerardo Barroso, y dando el aire melódico, el músico Galo Durán. Cabe mencionar que en el reparto están Julien Cottereau y Pablo López; el primero, gran talento francés de cine y teatro, y quién es el único actor profesional de la película. La cinta ha recorrido un amplio número de festivales entre los que se cuentan el FICM Morelia, IFFR Rotterdam, BAFICI, CPHPIX, Expresión en Corto Guanajuato, Latin Beat Film Festival, Festival de Cine de Cali, IFF Bratislava, Habana Film Festival, FICL Montreal, entre muchos otros. Desconocemos el número de copias que seguro serán mínimas, y los lugares, donde seguro se encuentra la Cineteca Nacional.