Luego de una larga jornada de festivales, llega a carteleras mexicanas el drama El placer es mío (México, 2015), escrita por Elisa Miller y Gabriela Vidal, siendo dirigida por la primera. Miller es una joven directora que poco a poco se está haciendo de un nombre en la industria mexicana. La recordamos por sus cortometrajes Ver llover; Roma; y La leyenda del carro rojo. En largometrajes la ubicamos por su debut con la ficción Vete más lejos Alicia, en 2010; y en 2014 con su documental About Sarah.

En el caso de El placer es mío, se trata de 93 minutos producidos por Cinepantera, y que cuenta con las actuaciones de Fausto Alzati, Flor Eduarda Gurrola, Camila Sodi, Tina Romero, Tara Parra, Juan Barberini, y Victoria Viera, siendo PIANO la distribuidora.

En la historia, siguiendo el impulso de su pasión y la ilusión de formar una vida de pareja, Rita y Mateo deciden refugiarse en el aislamiento y la tranquilidad que parece ofrecerles la casa de campo del difunto padre de Mateo. Como en todos los principios, el sexo, la química y la diversión reinan en la relación, hasta que el deseo de Rita por ser madre, el miedo de Mateo al compromiso y la inesperada visita de Alexis, -la seductora prima de Mateo- ponen a temblar inevitablemente la relación. Los divergentes deseos de Rita y Mateo salen a la superficie, poniendo a prueba los frágiles lazos que los unen. Pronto, la falta de comunicación y el amor no correspondido desatarán la violencia, que provocará su decadencia como pareja. Una película que refleja el sentir de las nuevas generaciones y un fiel retrato del sexo como primer poder y el motor que mueve al mundo.