'Terror a 47 metros: El segundo ataque' - El descenso (pasado por agua)
Hay cineastas que parece que han nacido para hacerse cargo de un proyecto en concreto. Cineastas que da igual que desarrollen una carrera a lo largo de 40 años o que dirijan más de 20 películas, que seguirán siendo recordados por un título en particular. Por una sola película que además, por descontado, se vale para justificar su dedicación a un medio como el del cine que puede llegar a ser tan agradecido como ingrato.
Este parece ser el caso de Johannes Roberts, cineasta que mi cabeza asocia instantáneamente y con una sonrisa a 'A 47 metros'. Con una sonrisa que no desaparece al recordar con amargura que también es el responsable de 'El otro lado de la puerta' o 'Los extraños: Cacería nocturna'. Y es que 'A 47 metros' fue una gratísima sorpresa que anima a ser más agradecido que ingrato para con Roberts, máxime una vez vista su secuela.
Su secuela, otra pequeña pero muy grata sorpresa por su capacidad para brillar, de nuevo, como una eficiente producción de serie B. Como una muy eficiente, muy resultona y muy agradable serie B capaz, otra vez, de nuevo, de generar el suficiente suspense subacuático como para elevarse por encima de sus convencionalismos y limitaciones. De confirmar para qué ha nacido Roberts y el por qué recordaremos su nombre.
'A 47 metros 2' es básicamente 'The Descent' bajo el agua. Y a grandes rasgos, funciona en la misma medida que también lo puede hacer 'Infierno bajo el agua': Con esa misma inquietud latente, constante, inoportuna, juguetona. No hay tanta pericia, que a Alexandre Aja se le recuerda más por el nombre que por una película, pero como aquel que dice un gol sigue valiendo lo mismo se meta con el pie o con el culo.
'A 47 metros 2', al igual que 'A 47 metros', tiene el encanto de aquel ligero pasatiempo que cumple con lo suyo, con lo tuyo y con lo de todos con la sencillez, esa sencillez ante la que uno se hunde en la butaca con una sonrisa. El tipo de sonrisa que uno espera encontrar en una película que no busca más que lo que uno espera encontrar. El tipo de sonrisa cómplice que esta secuela vuelve a proporcionar.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex