'Last Christmas: Otra oportunidad para amar' - Qué bello es vivir
No cuela. Lo siento, pero no cuela ni con Emilia Clarke sobreviviendo al invierno.
'Last Christmas' es una película fallida, una película decepcionante. Una película que sencillamente no funciona, mucho menos de la manera que pretende. Aún aceptando de antemano su evidente y nada disimulada condición de polvorón navideño, es difícil sentirse seducido por esta "comedia romántica inspirada en las canciones de George Michael".
Y no será porque el nombre de Paul Feig no anime a poner buena cara e intentarlo.
Según relatan sus notas de producción, fue hace unos 10 años cuando el productor David Livingstone comenzó a desarrollar una comedia romántica basada en el tema "Last Christmas" escrito por George Michael. Livingstone asegura que todo surgió de su obsesión por una película poco conocida de Jimmy Stewart, 'Qué bello es vivir'.
Su intención, "pensar en un elemento icónico que me brindase la oportunidad de crear algo con ese encanto imperecedero y que fuese una comedia navideña". Al cineasta se le ocurrió que lo más reconocible que se le podía pasar por la cabeza era la mencionada canción de Wham!, aunque eso conllevase convertirla en un... ejem, spoiler.
Penso que sería maravilloso convertir eso en una película de ESE TIPO. Y como toda idea, sólo es buena o mala en función de lo bien o mal que se traslade a la realidad. Y mal, propiamente dicho mal, tampoco está tan mal... aunque dicho sea bien a las claras, lo de ser una especie de nueva 'Love Actually' va a ser que ni de puta coña.
Ya no es solo que "ese girillo" innecesario se presente de forma infantil y ridícula. Es que además, con Michelle Yeoh como dueña de una tienda de horteras regalos navideños abierta todo el año, uno no puede dejar de pensar que esta versión azucarada de 'Cuento de Navidad' es un adorno barato comprado en un chino por un euro.
No cuela. Lo siento, pero este cursi llamamiento a las armas navideñas no cuela.
'Last Christmas' es una película indigesta. Una película que sencillamente no funciona de la manera que pretende, sino justo al contrario: El aroma navideño transformado en hedor consumista. Una película que además parece sacada del horno a medio cocer. Como si hubiera sido una operación a corazón abierto hecha por el doctor Nick Riviera.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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